6/04/2020, 05:17
Daigo había logrado recuperarse del veneno sin mayor problemas, como si al desaparecer de su sistema volviese a ser el mismo por arte de magia, lleno de energía y rebosante de alegría juvenil.
—¿Afectada de qué manera? Si es herida física tal vez y sólo tal vez pueda hacer algo, pero mientras no tenga algún shock nervioso o algo no me metas, no soy un jodido psicólogo — El médico alzó ambas manos como queriéndose desentender. —Y además, no tengo ningún motivo para cooperar, pero tampoco para negarme — Se cruzó de brazos. —Aunque, siendo práctico podría interrogarla luego para saber más del misterioso demonio, quizá lo haya visto. Ciertamente el beneficio puede ser útil para todos nosotros en lo que se refiere al misterio del ataque a este poblado — Junto ambas manos y sonrió de una manera que parecía que el ojo flojo finalmente fuese a salirse de su cráneo.
—Si este chico estaba envenenando y no hubo sonido de alguien cayendo al foso de estacas significa que sólo activaron una de las dos trampas — Se llevó la mano al mentón. —Trabaré el mecanismo del foso para que puedan pasar, pero me tomará un poco de tiempo.
El sujeto entonces tomó una linterna y se aventuró a salir por la puerta al pasillo.
Sin embargo, los ninjas no sabían lo que se estaba avecinando. Quizá por estar bajo tierra en un aparente búnker, no escucharon el ominoso alarido a la lejanía.
Akane, quién aún tenía a la niña en el hombro si que podría percibirlo. No sólo el grito de un ente desconocido, sino que podría ver una extraña silueta acercándose. Si algo llamaba su atención, era que parecía ondear tres colas. Ahí en esa planicie plana donde el sol no alumbraba, la silueta se acercaba lenta pero firme hasta donde estaban.
—¿Afectada de qué manera? Si es herida física tal vez y sólo tal vez pueda hacer algo, pero mientras no tenga algún shock nervioso o algo no me metas, no soy un jodido psicólogo — El médico alzó ambas manos como queriéndose desentender. —Y además, no tengo ningún motivo para cooperar, pero tampoco para negarme — Se cruzó de brazos. —Aunque, siendo práctico podría interrogarla luego para saber más del misterioso demonio, quizá lo haya visto. Ciertamente el beneficio puede ser útil para todos nosotros en lo que se refiere al misterio del ataque a este poblado — Junto ambas manos y sonrió de una manera que parecía que el ojo flojo finalmente fuese a salirse de su cráneo.
—Si este chico estaba envenenando y no hubo sonido de alguien cayendo al foso de estacas significa que sólo activaron una de las dos trampas — Se llevó la mano al mentón. —Trabaré el mecanismo del foso para que puedan pasar, pero me tomará un poco de tiempo.
El sujeto entonces tomó una linterna y se aventuró a salir por la puerta al pasillo.
Sin embargo, los ninjas no sabían lo que se estaba avecinando. Quizá por estar bajo tierra en un aparente búnker, no escucharon el ominoso alarido a la lejanía.
Akane, quién aún tenía a la niña en el hombro si que podría percibirlo. No sólo el grito de un ente desconocido, sino que podría ver una extraña silueta acercándose. Si algo llamaba su atención, era que parecía ondear tres colas. Ahí en esa planicie plana donde el sol no alumbraba, la silueta se acercaba lenta pero firme hasta donde estaban.