7/04/2020, 14:22
—Hagamos lo que podamos.
—Eso ha sido suficiente por ahora, muchachos. —«¿Cómo?» —Este es un prototipo y se supone que solo debía “probarlo”; si continuo y lo rompo hay gente que se va a molestar muchísimo. —«Me da a mí que lo has probado de más...»
»Les agradezco la sesión. Ahora, si me disculpan, nos vemos durante el almuerzo; pero antes dense un baño, están perdidos en lodo.
Takumi se miró, durante el combate no se dio ni cuenta, pero su haori, antes blanco, estaba ahora lleno de lodo y barro. Estaba lleno de barro por todo su cuerpo. Los empleados parecían algo decepcionados por aquella abrupta manera de parar el enfrentamiento y mientras estos se quejaban el marionetista se dedicó a recoger sus kunais y a sellar los restos semicalcinados de Mono.
Les guiaron a un baño y le dieron sus ropas a una trabajadora para que fueran a lavar, tarea complicada para los pobres de la lavandería todo hay que decirlo. Cuando entraron al baño consistía en una especie de sauna con una gran piscina en el centro. Al kazejin le recordó a las antiguas termas de Inaka dónde sus padres le llevaban de pequeño, lo que le dio una agradable sensación hogareña. Kazuma no tardó en meterse al agua y el de Remolino le siguió.
—¡Que señora!, hacía mucho que no me zarandeaban así.
—Ya, la verdad es que es la persona más fuerte con la que me he enfrentado. Pero no me esperaba menos, ella es una leyenda viviente. Y también te digo que suerte que la hemos pillado ya mayor, porque sí la llegamos a conocer en sus plenas facultades y con más marionetas no hubiéramos durado ni medio segundo. —Takumi recordaba que su maestro le contó grandes hazañas de Saki y para que Itona hablara bien de alguien tenía que ser bueno de verdad.
—Eso ha sido suficiente por ahora, muchachos. —«¿Cómo?» —Este es un prototipo y se supone que solo debía “probarlo”; si continuo y lo rompo hay gente que se va a molestar muchísimo. —«Me da a mí que lo has probado de más...»
»Les agradezco la sesión. Ahora, si me disculpan, nos vemos durante el almuerzo; pero antes dense un baño, están perdidos en lodo.
Takumi se miró, durante el combate no se dio ni cuenta, pero su haori, antes blanco, estaba ahora lleno de lodo y barro. Estaba lleno de barro por todo su cuerpo. Los empleados parecían algo decepcionados por aquella abrupta manera de parar el enfrentamiento y mientras estos se quejaban el marionetista se dedicó a recoger sus kunais y a sellar los restos semicalcinados de Mono.
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Les guiaron a un baño y le dieron sus ropas a una trabajadora para que fueran a lavar, tarea complicada para los pobres de la lavandería todo hay que decirlo. Cuando entraron al baño consistía en una especie de sauna con una gran piscina en el centro. Al kazejin le recordó a las antiguas termas de Inaka dónde sus padres le llevaban de pequeño, lo que le dio una agradable sensación hogareña. Kazuma no tardó en meterse al agua y el de Remolino le siguió.
—¡Que señora!, hacía mucho que no me zarandeaban así.
—Ya, la verdad es que es la persona más fuerte con la que me he enfrentado. Pero no me esperaba menos, ella es una leyenda viviente. Y también te digo que suerte que la hemos pillado ya mayor, porque sí la llegamos a conocer en sus plenas facultades y con más marionetas no hubiéramos durado ni medio segundo. —Takumi recordaba que su maestro le contó grandes hazañas de Saki y para que Itona hablara bien de alguien tenía que ser bueno de verdad.