10/04/2020, 21:42
El científico rehusó ayudar en primera instancia, pero no tardó en meditar sobre las existentes posibilidades. Tenían a una chica que había sido testigo integral de lo acontecido arriba, y si conseguían averiguar qué le pasaba, y tratarla, quizás pudiesen indagar un poco en todo el asunto del demonio. Si, tal y como lo iba planteando cambió drásticamente de opinión.
Por otro lado, el hombre acertó de nuevo. El foso no había sido activado aún, y con las mismas tomó lo necesario para desmontar la trampa, y se puso en camino. Eso sí, antes avisó que le tomaría un tiempo, que no sería cosa rápida. El Inuzuka aceptó con un gesto de cabeza, y no lo dejó ir solo. Acompañó al hombre, seguramente a su vez acompañado por Daigo. El hombre comenzaría entonces a trabajar en el mecanismo, en lo que el Inuzuka optó por encaminarse hacia el otro extremo del pasillo, donde aguardaban las escaleras por las que entraron.
—Voy a avisar a mi hermano, vuelvo ahora... —Quiso informar, pero no le fue posible.
Al girarse, podría ver a Akane corriendo con la chica aún a su lomo, bastante alterado. El can rápidamente se puso a la altura de Etsu, que no entendía muy bien qué sucedía.
—¿Q-que ha pasado?
Y enseguida lo entendió, no hicieron falta palabras. Arriba había aparecido algún bichejo con 3 colas ondeando. Podía tratarse perfectamente del "demonio" que había destruido la aldeucha de arriba...
«Mierda...»
El sudo bajaba helado por la frente del Inuzuka, que curiosamente sonreía. Estaban jodidos, muy jodidos.
—Tengo dos noticias, una buena y una mala... —aseguró el Inuzuka. —La buena, es que ya no hay que avisar a los que están arriba. La mala, es que ya no hay que buscar al bicho ese sacado de una película mala de terror...
»Está arriba, y al parecer venía en ésta dirección.
Etsu se adelantó un poco, y avisó con la mirada de la posición de la trampa al can. Éste apresuró a dejar la chica en el laboratorio, esquivando eficazmente el foso, y tras ello regresaría con el resto.
—Lo mejor sería que ustedes se queden aquí en lo que desviamos la atención de ese bicho, vigile y cuide a la niña, por favor.
Por otro lado, el hombre acertó de nuevo. El foso no había sido activado aún, y con las mismas tomó lo necesario para desmontar la trampa, y se puso en camino. Eso sí, antes avisó que le tomaría un tiempo, que no sería cosa rápida. El Inuzuka aceptó con un gesto de cabeza, y no lo dejó ir solo. Acompañó al hombre, seguramente a su vez acompañado por Daigo. El hombre comenzaría entonces a trabajar en el mecanismo, en lo que el Inuzuka optó por encaminarse hacia el otro extremo del pasillo, donde aguardaban las escaleras por las que entraron.
—Voy a avisar a mi hermano, vuelvo ahora... —Quiso informar, pero no le fue posible.
Al girarse, podría ver a Akane corriendo con la chica aún a su lomo, bastante alterado. El can rápidamente se puso a la altura de Etsu, que no entendía muy bien qué sucedía.
—¿Q-que ha pasado?
Y enseguida lo entendió, no hicieron falta palabras. Arriba había aparecido algún bichejo con 3 colas ondeando. Podía tratarse perfectamente del "demonio" que había destruido la aldeucha de arriba...
«Mierda...»
El sudo bajaba helado por la frente del Inuzuka, que curiosamente sonreía. Estaban jodidos, muy jodidos.
—Tengo dos noticias, una buena y una mala... —aseguró el Inuzuka. —La buena, es que ya no hay que avisar a los que están arriba. La mala, es que ya no hay que buscar al bicho ese sacado de una película mala de terror...
»Está arriba, y al parecer venía en ésta dirección.
Etsu se adelantó un poco, y avisó con la mirada de la posición de la trampa al can. Éste apresuró a dejar la chica en el laboratorio, esquivando eficazmente el foso, y tras ello regresaría con el resto.
—Lo mejor sería que ustedes se queden aquí en lo que desviamos la atención de ese bicho, vigile y cuide a la niña, por favor.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~