12/04/2020, 20:41
Suspiré mentalmente de alivio al encontrarme que Ayame había aceptado la mano que le tendía. Por un momento había pensado que aun tendria cierto resquemor por el incidente del trilero. Por suerte, no fue así.
—Lo mismo digo. Es un placer haberte conocido, Yuuna —Dijo Ayame mirando a Yuuna—. Os deseo mucha suerte a ambos.
—El placer ha sido mio Aotsuki-san.
—Gracias por transmitir el mensaje de Gyūki.
Ayame pareció sorprenderse por la actitud de Kokuō, pero yo no la conocía tanto cono ella como para sorprenderme, mi único referente era Gyūki, y había tenido buena actitud hacia nosotros.
—No tienes que darnoslas, Gyūki nos salvó la vida pese a todo, es lo mínimo que podíamos hacer por él.
En realidad, en lo personal, yo le debía mucho mas que eso. Miré a Yuuna de reojo. Quizás, sin el chakra que me había prestado Gyūki, ella no estaría allí en ese momento. Y puede que yo tampoco.
—¿Qué ocurre, Señorita? Hay que mostrarse agradecido
Eso lo decía mucho mi madre. Otra de las cosas que demostraba que, quitando su tamaño, forma y poder, los bijuus no se alejaban tanto de los humanos.
La verdad es que era incapaz de entender la actitud de kusagakure. Igual que las personas, los Bijuus tenían diferente personalidad y objetivos. Podía entender que odiasen a Chōmei, ¿Pero que habían hecho los demás Bijuus para ganarse su odio?
—No, nada, nada...
—Ah ah ah, una última cosa antes de marcharnos, que idiota soy, casi se me olvida. —Dije de repente. —Lo de Gyūki, no lo sabe mucha gente, agradecería que siguiese así, aunque se que no deberías guardarle secretos a la Arashikage, lo mejor para Gyūki sería que ni vosotras ni Amegakure le buscara.
Hanabi había dicho que no lo haría. Podía haberme mentido, si, podía. Sin embargo de momento, no me había dado ninguna razón para desconfiar de él, todo lo contrario. Ademas, también estaba Katsudon, por lo que podía estar tranquilo.
—Lo mismo digo. Es un placer haberte conocido, Yuuna —Dijo Ayame mirando a Yuuna—. Os deseo mucha suerte a ambos.
—El placer ha sido mio Aotsuki-san.
—Gracias por transmitir el mensaje de Gyūki.
Ayame pareció sorprenderse por la actitud de Kokuō, pero yo no la conocía tanto cono ella como para sorprenderme, mi único referente era Gyūki, y había tenido buena actitud hacia nosotros.
—No tienes que darnoslas, Gyūki nos salvó la vida pese a todo, es lo mínimo que podíamos hacer por él.
En realidad, en lo personal, yo le debía mucho mas que eso. Miré a Yuuna de reojo. Quizás, sin el chakra que me había prestado Gyūki, ella no estaría allí en ese momento. Y puede que yo tampoco.
—¿Qué ocurre, Señorita? Hay que mostrarse agradecido
Eso lo decía mucho mi madre. Otra de las cosas que demostraba que, quitando su tamaño, forma y poder, los bijuus no se alejaban tanto de los humanos.
La verdad es que era incapaz de entender la actitud de kusagakure. Igual que las personas, los Bijuus tenían diferente personalidad y objetivos. Podía entender que odiasen a Chōmei, ¿Pero que habían hecho los demás Bijuus para ganarse su odio?
—No, nada, nada...
—Ah ah ah, una última cosa antes de marcharnos, que idiota soy, casi se me olvida. —Dije de repente. —Lo de Gyūki, no lo sabe mucha gente, agradecería que siguiese así, aunque se que no deberías guardarle secretos a la Arashikage, lo mejor para Gyūki sería que ni vosotras ni Amegakure le buscara.
Hanabi había dicho que no lo haría. Podía haberme mentido, si, podía. Sin embargo de momento, no me había dado ninguna razón para desconfiar de él, todo lo contrario. Ademas, también estaba Katsudon, por lo que podía estar tranquilo.