13/04/2020, 20:18
—Eso va a ser difícil, Reiji... Yui-sama... es una mujer con la que es mejor no tener secretos. Ni siquiera pude mantener por mucho tiempo que había liberado las cadenas de Kokuō
Eso ya la imaginaba, no era únicamente Yui. Mentirle a tu Kage era como traicionar a tu propia aldea. Pero no le estaba pidiendo que le mintiera, ni que no se lo contara, pero esperaba que no se divulgará mucho mas allá la información.
Ademas... ¿Como iba a sentarle a la Arashikage que Hanabi tuviese un tipo que andaba por ahí con chakra de un Bijuu a parte de un Jinchuriki? estábamos aliados, si pero... En fin, mejor no pensar en esas cosas.
—Además, cualquier información relativa a los Generales y los planes de Kurama es de vital importancia para todos nosotros. Pero no creo que Arashikage-sama vaya a buscar a Gyūki, primero porque sus prioridades ahora están puestas en otra parte y segundo porque no voy a permitir que se persiga a más bijū para sellarlos. De todas maneras, nadie aparte de ti sabe dónde está, así que no hay forma de revelar su paradero
En cierto modo, ni siquiera yo sabía donde estaba escondido, aunque Ayame quizás se refería a que podía localizarlo usando su chakra o comunicarme con él de alguna manera. No estaba seguro, pero si era así, seria mejor que Kurama tampoco me encontrase a mi.
Tendría que confiar en su palabra. Si decía que no dejaría que nadie mas persiguiera a los Bijuus para encerrarlos, es por estaba mas que capacitada para poder frenar a quién lo intentase. Además, Kokuō ya había dejado bastante claro lo poderosa que era. Quizás un Kage podría plantarle cara, pero ¿Saldría victorioso?
—Era solo por si acaso... Ya sabes lo que dicen, mas vale evitar una pelea si hay un kusajin cerca. —Aunque era solo un dicho, allí no había ningúno, por suerte. —En fin, me fío de tu palabra, nos volveremos a ver, seguro.
Quizás me estaba equivocando una vez más. Pero confiaba en que no. Confiaba en las palabras de sabiduría que me había brindado Katsudon.
—Nos vemos Aotsuki-san, Kokuō-san.
Y tras una breve reverencia de despedida, si no nos lo impedía, nos marchariamos de vuelta a Uzushiogakure. Teníamos un largo camino de vuelta, pero por lo menos, la reunión había ido mucho mejor de lo esperado.
Eso ya la imaginaba, no era únicamente Yui. Mentirle a tu Kage era como traicionar a tu propia aldea. Pero no le estaba pidiendo que le mintiera, ni que no se lo contara, pero esperaba que no se divulgará mucho mas allá la información.
Ademas... ¿Como iba a sentarle a la Arashikage que Hanabi tuviese un tipo que andaba por ahí con chakra de un Bijuu a parte de un Jinchuriki? estábamos aliados, si pero... En fin, mejor no pensar en esas cosas.
—Además, cualquier información relativa a los Generales y los planes de Kurama es de vital importancia para todos nosotros. Pero no creo que Arashikage-sama vaya a buscar a Gyūki, primero porque sus prioridades ahora están puestas en otra parte y segundo porque no voy a permitir que se persiga a más bijū para sellarlos. De todas maneras, nadie aparte de ti sabe dónde está, así que no hay forma de revelar su paradero
En cierto modo, ni siquiera yo sabía donde estaba escondido, aunque Ayame quizás se refería a que podía localizarlo usando su chakra o comunicarme con él de alguna manera. No estaba seguro, pero si era así, seria mejor que Kurama tampoco me encontrase a mi.
Tendría que confiar en su palabra. Si decía que no dejaría que nadie mas persiguiera a los Bijuus para encerrarlos, es por estaba mas que capacitada para poder frenar a quién lo intentase. Además, Kokuō ya había dejado bastante claro lo poderosa que era. Quizás un Kage podría plantarle cara, pero ¿Saldría victorioso?
—Era solo por si acaso... Ya sabes lo que dicen, mas vale evitar una pelea si hay un kusajin cerca. —Aunque era solo un dicho, allí no había ningúno, por suerte. —En fin, me fío de tu palabra, nos volveremos a ver, seguro.
Quizás me estaba equivocando una vez más. Pero confiaba en que no. Confiaba en las palabras de sabiduría que me había brindado Katsudon.
—Nos vemos Aotsuki-san, Kokuō-san.
Y tras una breve reverencia de despedida, si no nos lo impedía, nos marchariamos de vuelta a Uzushiogakure. Teníamos un largo camino de vuelta, pero por lo menos, la reunión había ido mucho mejor de lo esperado.