15/04/2020, 22:06
Se sintió una lechuga, bañada por el fresco rocío matutino. La noche la había tratado como a una princesa, y ahora despertaba con los ánimos renovados. Se apresuró a tomar un baño y a prepararse para el día. Apenas salir al pasillo le llegó un muy apetecible olor.
”Ah, el desayuno incluido. ¡Me muero de ganas de comer!”
Bajó las escaleras mientras terminaba de ajustar su equipo ninja, y caminó, guiada por su nada especial sentido del olfato hasta la habitación contigua a la recepción. Vio la mesa puesta y una gran cantidad de comida. Al entrar, sonriente por los alimentos, reconoció entre los presentes a dos personas. Una era Akira, comiendo a toda velocidad por alguna razón desconocida para la kunoichi. La otra persona era…
—
—¡K-Karamaru-san!
La chica se detuvo un momento, como si las miradas que de repente caían sobre ella la repelieran con una fuerza invisible. Tragó saliva y continuó su andar con dudosos pasos, mientras los ojos se apartaban de ella. Llegó a la mesa y, antes de tomar asiento, le dedicó una muy profunda reverencia.
—¡L-l-lo siento! ¡M-me siento terrible p-por haberlo dejado atrás! ¡De-debí de haberlo e-esperado y-y… y habríamos llega… llegado juntos! ¡P-perdón!
No se movería de su posición hasta que el Amejin hablara. De hacerlo, Ranko tomaría asiento y comenzaría discretamente a servirse cuanto pudiese para desayunar. Tenía que llenar el tanque de combustible antes de empezar con la misión.
”Ah, el desayuno incluido. ¡Me muero de ganas de comer!”
Bajó las escaleras mientras terminaba de ajustar su equipo ninja, y caminó, guiada por su nada especial sentido del olfato hasta la habitación contigua a la recepción. Vio la mesa puesta y una gran cantidad de comida. Al entrar, sonriente por los alimentos, reconoció entre los presentes a dos personas. Una era Akira, comiendo a toda velocidad por alguna razón desconocida para la kunoichi. La otra persona era…
—
—¡K-Karamaru-san!
La chica se detuvo un momento, como si las miradas que de repente caían sobre ella la repelieran con una fuerza invisible. Tragó saliva y continuó su andar con dudosos pasos, mientras los ojos se apartaban de ella. Llegó a la mesa y, antes de tomar asiento, le dedicó una muy profunda reverencia.
—¡L-l-lo siento! ¡M-me siento terrible p-por haberlo dejado atrás! ¡De-debí de haberlo e-esperado y-y… y habríamos llega… llegado juntos! ¡P-perdón!
No se movería de su posición hasta que el Amejin hablara. De hacerlo, Ranko tomaría asiento y comenzaría discretamente a servirse cuanto pudiese para desayunar. Tenía que llenar el tanque de combustible antes de empezar con la misión.
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)