23/12/2015, 22:41
Este chico era sin lugar a dudas peculiar, no paraba de elogiar a Ritsuko, una de las kunoichis menos querida en su aldea y que siquiera como demostrar afecto, asimismo tampoco estaba acostumbrada a dichas demostraciones y de ahí que estuviese tan nerviosa por unas simples palabras. Eso sin mencionar el abrazo que la había tomado completamente por sorpresa.
Como querer, la pelirroja quería quedarse de esa manera durante mucho rato más pero no estaban en el mejor lugar para ello y seguramente estorbarían el paso a alguien, de ahí su propuesta por ir a algún lugar, posiblemente en alguna posada donde podrían asegurarse de que no les lloviera encima y por suerte Reiji aceptó la propuesta sin dar demasiadas vueltas.
—"En medio de la nada" parece un buen lugar si vos estáis conmigo —
Fue lo que sentenció primeramente el chico sin soltarla. - Pero… - Volvió a hablar, haciendo que el rostro de la joven volviese a adquirir cierto rubor y tragase algo de saliva estando algo nerviosa ante el tipo de trato al que no estaba habituada.
No dijo nada, se quedó en silencio al momento en que fue liberada y por algún motivo prefería evitar el contacto visual, tal vez le había pegado la timidez a la pelirroja pero tendría que tragársela o sería inminente la aparición de su madre. Algo que obviamente no era bueno.
Cuando ya estaba dispuesta a emprender la marcha hacia el pueblo, el pelirrojo la tomó por la mano y ciertamente la detuvo observando con suma atención aquella estructura metálica en la palma. Algo cabizbaja y con un tonito algo bajo de voz respondió. - Es una válvula para el chakra… Tengo varias más que me implantaron hace años pero lo hicieron cuando estaba inconsciente así que no sentí nada. - Explicó la chica mientras mantenía la mirada clavada en ese círculo metálico. - Tengo que ir al hospital a medida que crezco para evitar problemas. - Agregó aún cabizbaja.
Ante la última pregunta hizo un ligero silencio, lo único que sabía era que las parejas solían ir de esa manera y si bien, le había conocido hace poco y nada, ciertamente tenía curiosidad por comprobar el motivo detrás de ello. Aprovechando que el shinobi se encontraba acariciando la válvula, Ritsuko hizo un ligero movimiento para nada brusco y tomó la mano ajena con delicadeza dando posibilidad a que se liberase o correspondiera al gesto. - Si no te molesta la válvula… - Dijo con timidez a la espera de una respuesta para saber si debía comenzar a caminar o quedarse allí mismo.
Como querer, la pelirroja quería quedarse de esa manera durante mucho rato más pero no estaban en el mejor lugar para ello y seguramente estorbarían el paso a alguien, de ahí su propuesta por ir a algún lugar, posiblemente en alguna posada donde podrían asegurarse de que no les lloviera encima y por suerte Reiji aceptó la propuesta sin dar demasiadas vueltas.
—"En medio de la nada" parece un buen lugar si vos estáis conmigo —
Fue lo que sentenció primeramente el chico sin soltarla. - Pero… - Volvió a hablar, haciendo que el rostro de la joven volviese a adquirir cierto rubor y tragase algo de saliva estando algo nerviosa ante el tipo de trato al que no estaba habituada.
No dijo nada, se quedó en silencio al momento en que fue liberada y por algún motivo prefería evitar el contacto visual, tal vez le había pegado la timidez a la pelirroja pero tendría que tragársela o sería inminente la aparición de su madre. Algo que obviamente no era bueno.
Cuando ya estaba dispuesta a emprender la marcha hacia el pueblo, el pelirrojo la tomó por la mano y ciertamente la detuvo observando con suma atención aquella estructura metálica en la palma. Algo cabizbaja y con un tonito algo bajo de voz respondió. - Es una válvula para el chakra… Tengo varias más que me implantaron hace años pero lo hicieron cuando estaba inconsciente así que no sentí nada. - Explicó la chica mientras mantenía la mirada clavada en ese círculo metálico. - Tengo que ir al hospital a medida que crezco para evitar problemas. - Agregó aún cabizbaja.
Ante la última pregunta hizo un ligero silencio, lo único que sabía era que las parejas solían ir de esa manera y si bien, le había conocido hace poco y nada, ciertamente tenía curiosidad por comprobar el motivo detrás de ello. Aprovechando que el shinobi se encontraba acariciando la válvula, Ritsuko hizo un ligero movimiento para nada brusco y tomó la mano ajena con delicadeza dando posibilidad a que se liberase o correspondiera al gesto. - Si no te molesta la válvula… - Dijo con timidez a la espera de una respuesta para saber si debía comenzar a caminar o quedarse allí mismo.