23/12/2015, 23:00
Por algún motivo a la pelirroja le llamaba bastante la atención que el chico se dedicase a escucharla sin interrumpirla, es más, parecía que le prestaba atención hasta cierto punto y hasta se mostraba cordial, a diferencia de unos momentos antes en que casi le salta a la yugular.
De cualquier manera, le resultaba ciertamente interesante el tener una conversación medianamente seria con desconocidos, y más si tenían cambios de actitud tan notorios.
Según la respuesta del chico, ella podría morir allí mismo y era cierto, tan cierto como que su corazón simplemente se parase o que algo como un bijuu le cayera en la cabeza, algo simple e inevitable sin importar lo atenta que estuviese. - Si, algo así. - Respondió con bastante tranquilidad pese al ridículo ejemplo que bueno, podría cumplirse.
- Supongamos que eso pasa, un kunai me corta el cuello y muero aquí mismo. Significaría que habría cumplido mi tarea. - Explicó la kunoichi mientras miraba a cada lado por si llegaba a ver algo similar a un objeto cortante acercándose a gran velocidad o algo que pueda llegar a matarla. - Podría ser que mi objetivo en el mundo era simplemente decirte estas cosas y ya, tómalo o déjalo tú decides, pero yo cumplí con lo mío. - Agregó al rato pero esta vez mirándole a él.
El último agregado ni necesitaba respuesta, era acerca de la posibilidad de que ocurriese el mencionado accidente y efectivamente, podía ocurrir o incluso algo más estúpido que eso. - Yo en tu lugar me tomaría las cosas con calma, el momento de morir te llegará como a todos al igual que el de completar tu cometido. - Comentó al rato ya que mucho más no tenía para acotar, había expresado su ideología de una forma tan resumida que seguramente le haría dudar de si iba en serio o se lo acababa de inventar.
La realidad era esa, por lo menos para la pelirroja que toda su vida ha vivido sin darle importancia a los que tenga a su alrededor al igual que a los demás poco les importa lo que ella haga de su vida, mientras ambas partes se mantengan al margen la una de la otra a ella le da lo mismo todo. - ¿Me entiendes...? - Consultó ahora inclinándose levemente de la cintura para arriba a un lado, dejando sus brazos completamente relajados haciendo peso muerto al estar 'colgando'.
De cualquier manera, le resultaba ciertamente interesante el tener una conversación medianamente seria con desconocidos, y más si tenían cambios de actitud tan notorios.
Según la respuesta del chico, ella podría morir allí mismo y era cierto, tan cierto como que su corazón simplemente se parase o que algo como un bijuu le cayera en la cabeza, algo simple e inevitable sin importar lo atenta que estuviese. - Si, algo así. - Respondió con bastante tranquilidad pese al ridículo ejemplo que bueno, podría cumplirse.
- Supongamos que eso pasa, un kunai me corta el cuello y muero aquí mismo. Significaría que habría cumplido mi tarea. - Explicó la kunoichi mientras miraba a cada lado por si llegaba a ver algo similar a un objeto cortante acercándose a gran velocidad o algo que pueda llegar a matarla. - Podría ser que mi objetivo en el mundo era simplemente decirte estas cosas y ya, tómalo o déjalo tú decides, pero yo cumplí con lo mío. - Agregó al rato pero esta vez mirándole a él.
El último agregado ni necesitaba respuesta, era acerca de la posibilidad de que ocurriese el mencionado accidente y efectivamente, podía ocurrir o incluso algo más estúpido que eso. - Yo en tu lugar me tomaría las cosas con calma, el momento de morir te llegará como a todos al igual que el de completar tu cometido. - Comentó al rato ya que mucho más no tenía para acotar, había expresado su ideología de una forma tan resumida que seguramente le haría dudar de si iba en serio o se lo acababa de inventar.
La realidad era esa, por lo menos para la pelirroja que toda su vida ha vivido sin darle importancia a los que tenga a su alrededor al igual que a los demás poco les importa lo que ella haga de su vida, mientras ambas partes se mantengan al margen la una de la otra a ella le da lo mismo todo. - ¿Me entiendes...? - Consultó ahora inclinándose levemente de la cintura para arriba a un lado, dejando sus brazos completamente relajados haciendo peso muerto al estar 'colgando'.