21/04/2020, 16:55
El pánico amenazó con apoderarse del peliverde cuando vio a la bestia preparar su terrorífico ataque, uno al que solo podían acceder los Bijuu y sus Jinchuuriki y que, por suerte, Daigo solo había tenido el honor de presenciar un par de veces en su vida. Cada vez que lo hacía, deseaba en su interior que fuera la última vez.
Pero esa no iba a ser ni siquiera la última vez que viera una durante ese día, ¿verdad?
Etsu y Akane se separaron a toda velocidad, mientras Daigo, sabiendo que sus lentas piernas no le llevarían a ningún lado por sí solas, se vio forzado a realizar un sello y huír tan rápido como pudo hacia su derecha y hacia delante, evitando el ataque del Gebijuu a la vez que recortaba las distancias.
Sabía que sus piernas no le iban a dar para más, así que tenía que hacer que contara, o serían ellos quienes no lo contaría.
Pero esto no iba de ellos. Eran ninjas y tenían mil y una maneras de escapar, al contrario que Tsuchigumo y Kanae, que aunque ahora estaban a salvo en el bunker, todavía necesitaban de los shinobi para sobrevivir.
El Inuzuka y su fiel compañero se lanzaron al ataque al unísono, intentando golpear al monstruo con un ataque combinado.
Daigo no podía quedarse atrás —aunque ya lo había hecho, literalmente—, así concentró una gran cantidad de chakra en su pierna y brazos derechos, lanzándose con un poderoso puñetazo que buscaba impactar en la bestia justo después del ataque de sus compañeros.
—¡USHI!
Pero esa no iba a ser ni siquiera la última vez que viera una durante ese día, ¿verdad?
Etsu y Akane se separaron a toda velocidad, mientras Daigo, sabiendo que sus lentas piernas no le llevarían a ningún lado por sí solas, se vio forzado a realizar un sello y huír tan rápido como pudo hacia su derecha y hacia delante, evitando el ataque del Gebijuu a la vez que recortaba las distancias.
Sabía que sus piernas no le iban a dar para más, así que tenía que hacer que contara, o serían ellos quienes no lo contaría.
Pero esto no iba de ellos. Eran ninjas y tenían mil y una maneras de escapar, al contrario que Tsuchigumo y Kanae, que aunque ahora estaban a salvo en el bunker, todavía necesitaban de los shinobi para sobrevivir.
El Inuzuka y su fiel compañero se lanzaron al ataque al unísono, intentando golpear al monstruo con un ataque combinado.
Daigo no podía quedarse atrás —aunque ya lo había hecho, literalmente—, así concentró una gran cantidad de chakra en su pierna y brazos derechos, lanzándose con un poderoso puñetazo que buscaba impactar en la bestia justo después del ataque de sus compañeros.
—¡USHI!
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.