¿Cuando aparecerían los Cuatro? La respuesta la tenía en la punta de la lengua, un detalle que repetidamente le fue revelado por los aldeanos, pero por una misteriosa razón no lograba ser captado por el Inuzuka. El ensimismamiento en su papel no le dejaba ver cuál era la condición planteada para su llegada. Por ahora continuaba con sus planes de volverse el enemigo público número uno de aquel asentamiento sin nombre. ¿La buena noticia? Estaba surgiendo efecto de maravilla. ¿La mala noticia? Quizá se pasó de efectivo.
Ante la incertidumbre y el hecho de que los bandidos no se presentaban, algunos vecinos envalentonados se estaban reuniendo nuevamente. Pero esta vez no eran únicamente el patriarca y sus dos gatos, esta vez estaban los campesinos, el gordo Wagu e incluso el tipo que le vendió el alcohol. Se habían armado de rastrillos, palas y antorchas improvisadas dispuestos a apalear al adolescente borracho.
—¡Ahí está!— Dijo Wagu quién ahora parecía liderar al grupo enfurecido.
—¡Pagarás por lo que el hiciste al patriarca! — Refunfuñó el sujeto a quién había intentado apalear originalmente.
De pronto entre la turba, Etsu alcanzaría a divisar al joven Koke que intentaba abrirse paso infructuosamente entre la muchedumbre. Formaba una equis con sus brazos por delante de su pecho, como si intentase advertirle algo al shinobi. Sin embargo, alguien le tomó por el cuello de la camisa y fue arrastrado lejos de la multitud.
—¡Él sólo ha venido a perturbar nuestra paz! — Incluso el viejo médico estaba ahí en su contra.
Empezarían a cercarlo, no estaban dispuestos ya a esperar que les resolvieran sus problemas los bandidos.
Ante la incertidumbre y el hecho de que los bandidos no se presentaban, algunos vecinos envalentonados se estaban reuniendo nuevamente. Pero esta vez no eran únicamente el patriarca y sus dos gatos, esta vez estaban los campesinos, el gordo Wagu e incluso el tipo que le vendió el alcohol. Se habían armado de rastrillos, palas y antorchas improvisadas dispuestos a apalear al adolescente borracho.
—¡Ahí está!— Dijo Wagu quién ahora parecía liderar al grupo enfurecido.
—¡Pagarás por lo que el hiciste al patriarca! — Refunfuñó el sujeto a quién había intentado apalear originalmente.
De pronto entre la turba, Etsu alcanzaría a divisar al joven Koke que intentaba abrirse paso infructuosamente entre la muchedumbre. Formaba una equis con sus brazos por delante de su pecho, como si intentase advertirle algo al shinobi. Sin embargo, alguien le tomó por el cuello de la camisa y fue arrastrado lejos de la multitud.
—¡Él sólo ha venido a perturbar nuestra paz! — Incluso el viejo médico estaba ahí en su contra.
Empezarían a cercarlo, no estaban dispuestos ya a esperar que les resolvieran sus problemas los bandidos.
![[Imagen: 7FT8VMk.gif]](https://i.imgur.com/7FT8VMk.gif)
