25/04/2020, 01:25
—Es una gran historia, Saki-san —reconoció el peliblanco haciendo una leve inclinación de agradecimiento—. Aun así, hay algo que no cuadra
—¿Qué cosa? —pregunto la marionetista—. No he inventado nada, nada de nada.
—No es eso —aclaro el peliblanco—. Es solo que la usted de la historia… Bueno, suena como una maniaca del combate que vivía arrojándose a la muerte; y usted parece, ahora, parece muy lejana de eso.
—Tomare eso como un alago —dijo mientras sonreía y se apoyaba en su brazo—. Ciertamente, en aquel entonces las vidas que quitaba no significaban para mi mucho más que la que estaba arriesgando. Pensaba que combatir era lo máximo… Reconozco que una victoria cerrada luego de un combate a muerte me hacía sentir viva como nada; pero allí estaba el problema, precisamente allí: no puedes disfrutar la vida si la utilizas como fichas para apostar.
—Por eso se dedicó al arte —concluyo Kazuma.
—Bueno, te mentiría si te dijera que un día tuve una revelación y decidí dejarlo todo atrás para dedicarme a mí sueño de toda la vida —admitió sin vergüenza alguna—. Eso se debió a la pelea en la que perdí mi brazo derecho y mi ojo del mismo lado.
»Cuando recién me había recuperado me sabia acabada como kunoichi —miro al vacío unos instantes y luego sonrió con ironía—. Curiosamente, la muerte de mi parte ninja me permitió descubrir que también tengo una parte humana, que no era solamente una máquina de matar alejada de la naturaleza, sino que también podía convivir con el resto de humanos “comunes y corrientes”.
»Por supuesto, jamás hubiese podido ni querido olvidar mi pasado; pero tampoco deseaba participar o presenciar otra batalla como aquella, jamás de los jamases.
—¿Qué cosa? —pregunto la marionetista—. No he inventado nada, nada de nada.
—No es eso —aclaro el peliblanco—. Es solo que la usted de la historia… Bueno, suena como una maniaca del combate que vivía arrojándose a la muerte; y usted parece, ahora, parece muy lejana de eso.
—Tomare eso como un alago —dijo mientras sonreía y se apoyaba en su brazo—. Ciertamente, en aquel entonces las vidas que quitaba no significaban para mi mucho más que la que estaba arriesgando. Pensaba que combatir era lo máximo… Reconozco que una victoria cerrada luego de un combate a muerte me hacía sentir viva como nada; pero allí estaba el problema, precisamente allí: no puedes disfrutar la vida si la utilizas como fichas para apostar.
—Por eso se dedicó al arte —concluyo Kazuma.
—Bueno, te mentiría si te dijera que un día tuve una revelación y decidí dejarlo todo atrás para dedicarme a mí sueño de toda la vida —admitió sin vergüenza alguna—. Eso se debió a la pelea en la que perdí mi brazo derecho y mi ojo del mismo lado.
»Cuando recién me había recuperado me sabia acabada como kunoichi —miro al vacío unos instantes y luego sonrió con ironía—. Curiosamente, la muerte de mi parte ninja me permitió descubrir que también tengo una parte humana, que no era solamente una máquina de matar alejada de la naturaleza, sino que también podía convivir con el resto de humanos “comunes y corrientes”.
»Por supuesto, jamás hubiese podido ni querido olvidar mi pasado; pero tampoco deseaba participar o presenciar otra batalla como aquella, jamás de los jamases.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)