26/04/2020, 16:56
Rechazó la sandogasa, pues él mismo llevaba una kasa de paja, como en cada viaje que hacía, simplemente aún no se la había puesto y la tenía colgada en la espalda. Quizás no la había visto pues no era demasiado grande u lo cierto es que no se le veía mucho, era algo normal. Se la puso entonces habiendo entendido la indirecta. Así se le vería menos. cuando el hombre giró por aquella calle y escuchó a Takumi frunció el ceño un poco. Quizás podría servir, pero hacer una técnica como esa en medio de la calle llamaría muchísimo la atención y revelaría su obvia identidad de shinobi pues justamente el jutsu de invocación era algo que no todos los ninjas dominaban y estaba considerada una técnica difícil.
-Es buena idea pero... Invocarlo delante de todo el mundo sería, cuanto menos, llamativo... -Dijo mirándole y luego girándose de nuevo hacia el hombre -Si trato de irme a otro lugar a convocarlo, el hombre se perderá entre la gente y no disponemos de ningún objeto personal para que mi compañero lo rastree. -Añadió.
Quizás no conocía el funcionamiento exacto de la técnica, y no le culpaba pues era lo habitual entre genins. Se acercó al callejón y miró al hombre unos segundos pensando en qué hacer. Desde luego, no se le ocurría ninguna otra manera de seguirle y hacerlo en aquella calle que estaba casi vacía era descubrirse de forma bastante clara. Solo les quedaba girar por una calle contigua y después desearse suerte para encontrarlo entre todo el gentío.
-¿Y si accedemos a la calle paralela desde otro lugar y luego le buscamos? No se me ocurre otra cosa... -Quizás aportarlo en voz alta era lo mejor, porque no les quedaba mucho tiempo hasta que el marionetista se perdiese entre la muchedumbre.
-Es buena idea pero... Invocarlo delante de todo el mundo sería, cuanto menos, llamativo... -Dijo mirándole y luego girándose de nuevo hacia el hombre -Si trato de irme a otro lugar a convocarlo, el hombre se perderá entre la gente y no disponemos de ningún objeto personal para que mi compañero lo rastree. -Añadió.
Quizás no conocía el funcionamiento exacto de la técnica, y no le culpaba pues era lo habitual entre genins. Se acercó al callejón y miró al hombre unos segundos pensando en qué hacer. Desde luego, no se le ocurría ninguna otra manera de seguirle y hacerlo en aquella calle que estaba casi vacía era descubrirse de forma bastante clara. Solo les quedaba girar por una calle contigua y después desearse suerte para encontrarlo entre todo el gentío.
-¿Y si accedemos a la calle paralela desde otro lugar y luego le buscamos? No se me ocurre otra cosa... -Quizás aportarlo en voz alta era lo mejor, porque no les quedaba mucho tiempo hasta que el marionetista se perdiese entre la muchedumbre.