26/04/2020, 18:40
La bestia atravesó la piel endurecida de Daigo, pero cuando quiso moverlo fue incapaz de hacerlo y no precisamente porque el peliverde fuese una mole de músculos, sino que hizo gala de su ninjutsu para poder aferrarse al animal. Descuidado y enfocado en arrancar del piso a uno de los genin, no percibió en ningún momento la acometida del otro. Daigo soltó su agarre y el golpe a una de las patas traseras de la bestia terminó de rompérsela de inmediato, mientras soltaba un quejido.
Etsu continúo queriendo derribar a la bestia, pero a diferencia de una persona, la bestia no iba a refrenarse por el dolor. Estaba hecha y fabricada a una imagen de sufrimiento mismo para que un poco más le afectase. Con su pata, mano, zarpa o lo que fuese que pudiese llamarse, juntó los dedos dejando que sus garras formasen una filosa cuña, agitando su extremidad para dejarla caer como un machetazo sobre el costado de Etsu antes de que la patada giratoria le impactase, alejándolo en el proceso.
Sin embargo, Daigo también había entrado a la carga, logrado impactar con su puño la parte baja del abdomen de la enorme bestia, la cuál empezó a escupir un poco de sangre a través del hocico debido a que los golpes estaban empezando a surgir efecto en su integridad.
Pero aún con la sangre escurriéndose entre sus colmillos, esta empezó a formar una esfera no muy grande en su hocico, siendo que el propio Daigo sentiría de cerca en su pecho la presión del chakra acumulándose a su alrededor, solo para luego observar como la devoraba y escupía un rayo de un metro de ancho y que destrozaría todo lo que tuviese 10 metros por delante, siendo el joven Tsukiyama quién estuviese en primera fila para ello.
Etsu continúo queriendo derribar a la bestia, pero a diferencia de una persona, la bestia no iba a refrenarse por el dolor. Estaba hecha y fabricada a una imagen de sufrimiento mismo para que un poco más le afectase. Con su pata, mano, zarpa o lo que fuese que pudiese llamarse, juntó los dedos dejando que sus garras formasen una filosa cuña, agitando su extremidad para dejarla caer como un machetazo sobre el costado de Etsu antes de que la patada giratoria le impactase, alejándolo en el proceso.
Sin embargo, Daigo también había entrado a la carga, logrado impactar con su puño la parte baja del abdomen de la enorme bestia, la cuál empezó a escupir un poco de sangre a través del hocico debido a que los golpes estaban empezando a surgir efecto en su integridad.
Pero aún con la sangre escurriéndose entre sus colmillos, esta empezó a formar una esfera no muy grande en su hocico, siendo que el propio Daigo sentiría de cerca en su pecho la presión del chakra acumulándose a su alrededor, solo para luego observar como la devoraba y escupía un rayo de un metro de ancho y que destrozaría todo lo que tuviese 10 metros por delante, siendo el joven Tsukiyama quién estuviese en primera fila para ello.