2/05/2020, 19:06
Tras otro suave toque de atención, la joven kunoichi se apuró en seguir sus ordenes sin rechistar ni debatirle; se le había ido un poco el santo al cielo y tenía que compensarlo. Otra vez en el otro extremo, agarró la madera; esta vez sus brazos dudaron, por lo que dio un segundo tirón antes del definitivo que les permitió erguir el mueble de madera. Tras ello, Roga hizo una curiosa sugerencia.
— Uuuuuh ¡Suena divertido! Cuenta conmigo — dijo dándose un suave golpe en el pecho. — Aunque no esperes nada extraordinario de mí; me gusta la música y canto como cualquier idiota en la ducha, pero ni mi voz es agradable de escuchar ni sé tocar un instrumento de verdad — comentó jocosa.
La idea le resultaba de lo más atractiva; podría viajar por todo el mundo, vivir mil y una experiencia, probar la comida de cada lugar que visitara e incluso conocer a otros famosos del sector y disfrutar de su ritmo. Y además ¿qué adolescente se negaría a ser una estrella de la música? Aunque no tuviera ni idea de tocar un solo acorde, la idea seguía siendo atráctiva.
— Uuuuuh ¡Suena divertido! Cuenta conmigo — dijo dándose un suave golpe en el pecho. — Aunque no esperes nada extraordinario de mí; me gusta la música y canto como cualquier idiota en la ducha, pero ni mi voz es agradable de escuchar ni sé tocar un instrumento de verdad — comentó jocosa.
La idea le resultaba de lo más atractiva; podría viajar por todo el mundo, vivir mil y una experiencia, probar la comida de cada lugar que visitara e incluso conocer a otros famosos del sector y disfrutar de su ritmo. Y además ¿qué adolescente se negaría a ser una estrella de la música? Aunque no tuviera ni idea de tocar un solo acorde, la idea seguía siendo atráctiva.