4/05/2020, 14:18
En medio de aquél grito, de aquél escándalo, Daruu se impulsó hacia adelante gentilmente.
«Perro ladrador...»
«...poco mordedor.»
Pese a que Rōga lo vio como un insulto, para Daruu fue simple estrategia. Sabía que Rōga no caería con tan poco. Le forzaría a esquivarla a la desesperada, o a contrarrestarla como finalmente había hecho.
En el caos, Daruu pondría el orden.
La Tormenta podía ser destructiva, pero también se puede controlar. Los pararrayos de las puntiagudas torres de Amegakure recibían la energía y la canalizaban para almacenarla en baterías.
Cuando Rōga seccionó en dos la ola gigante, encontró la nada: el vacío. Los rostros sorprendidos del público. Daruu no estaba allí. Y todo empezó con dos toques, muy sutiles, en su espalda. Dos pinchazos de dolor profundos. Otros dos.
—Hakke: Yon Shō. —Otros cuatro—. Hachi Shō. —Ocho más, cada vez más rápido. Daruu se movía casi danzando, como en una estudiada coreografía. Era exactamente eso—. Jūroku Shō. —Los siguientes golpes, más rápidos, más fuertes, acabaron con una palmada que derribaría al Lobo al suelo.
»Sanjūni Shō.
«Abuela... mírame. Mírame allá donde estés.» Daruu cerró su puño, apretando con fuerza, y durante un momento, se permitió sonreír. Buscó brevemente en el público, pero luego bajó la mirada, como si se avergonzase de algo.
«Perro ladrador...»
«...poco mordedor.»
Pese a que Rōga lo vio como un insulto, para Daruu fue simple estrategia. Sabía que Rōga no caería con tan poco. Le forzaría a esquivarla a la desesperada, o a contrarrestarla como finalmente había hecho.
En el caos, Daruu pondría el orden.
La Tormenta podía ser destructiva, pero también se puede controlar. Los pararrayos de las puntiagudas torres de Amegakure recibían la energía y la canalizaban para almacenarla en baterías.
Cuando Rōga seccionó en dos la ola gigante, encontró la nada: el vacío. Los rostros sorprendidos del público. Daruu no estaba allí. Y todo empezó con dos toques, muy sutiles, en su espalda. Dos pinchazos de dolor profundos. Otros dos.
—Hakke: Yon Shō. —Otros cuatro—. Hachi Shō. —Ocho más, cada vez más rápido. Daruu se movía casi danzando, como en una estudiada coreografía. Era exactamente eso—. Jūroku Shō. —Los siguientes golpes, más rápidos, más fuertes, acabaron con una palmada que derribaría al Lobo al suelo.
»Sanjūni Shō.
«Abuela... mírame. Mírame allá donde estés.» Daruu cerró su puño, apretando con fuerza, y durante un momento, se permitió sonreír. Buscó brevemente en el público, pero luego bajó la mirada, como si se avergonzase de algo.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)