27/12/2015, 02:50
- Pregunta a cualquiera que pase cerca del árbol sagrado por estas horas, diles que buscas a la loca de la calavera y seguramente sabrán decirte, si no es así probablemente no esté en la aldea.
Una respuesta del todo estrafalaria, sorprendente sino viniese de quien viniese.
—Ajá —dijo Datsue, que supuso que dar la dirección de su casa era una respuesta demasiado normal para alguien tan excéntrica como Ritsuko.
- Nos vemos en un mes entonces, suerte con el viaje.
Datsue se llevó un dedo a la frente y lo movió hacia adelante en un gesto de despedida. Después, se quedó con los brazos en jarras viéndola partir, pensando en si había sido una buena idea agregarla al equipo que estaba formando.
Pero ahora ya estaba hecho, y tampoco es que tuviese mucho donde escoger.
—En fin... Si la cosa sale mal… que sepas que la culpa será toda tuya —dijo al Árbol Sagrado, entrelazando las manos tras la nuca y partiendo tras los pasos de la kunoichi, a un ritmo más lento.
Era hora de preparar las maletas.
Una respuesta del todo estrafalaria, sorprendente sino viniese de quien viniese.
—Ajá —dijo Datsue, que supuso que dar la dirección de su casa era una respuesta demasiado normal para alguien tan excéntrica como Ritsuko.
- Nos vemos en un mes entonces, suerte con el viaje.
Datsue se llevó un dedo a la frente y lo movió hacia adelante en un gesto de despedida. Después, se quedó con los brazos en jarras viéndola partir, pensando en si había sido una buena idea agregarla al equipo que estaba formando.
Pero ahora ya estaba hecho, y tampoco es que tuviese mucho donde escoger.
—En fin... Si la cosa sale mal… que sepas que la culpa será toda tuya —dijo al Árbol Sagrado, entrelazando las manos tras la nuca y partiendo tras los pasos de la kunoichi, a un ritmo más lento.
Era hora de preparar las maletas.