La niña salió desde el refugio, y caminó hasta donde se encontraban los shinobi y el extraño científico. El hombre observó de forma curiosa a la niña acercarse, mientras estaba se paraba a su lado y dirigía su mirada a los chicos, inexpresiva.
—Heh, ¿quieres despedirte, Kaede?— Sonrió y puso su mano en la espalda de la niña.
La niña asintió tres veces.
—Oh, esto es un gran progreso para tu proceso de readaptación. ¡Hazlo!— le acarició la cabeza.
—Etsu-niichan, Daigo-niichan, Akane-niichan. Gracias — Hizo una reverencia.
El científico del ojo perturbador la alzó cargó por sobre su espalda.
—Creo que yo no habría podido dar una despedida mejor. Pero bueno, supongo que es mi deber ser recíproco con sus buenos deseos y desearles que tengan un buen viaje de regreso a Kusagakure sin ningún contratiempo — Hizo una reverencia. —Adios, shinobi de Kusagakure.
Así, el sujeto volvió a su guarida a recoger sus últimas cosas, para luego marcharse.
Los genin habían enfrentado un peligro terrible, pero con una valentía digna de héroes de manga vencieron a la bestia maligna. Sin embargo así como en estas historias largas los peligros son varios, aún existían muchas cosas que les deparaban a estos dos aventureros. Por ahora habían logrado salvar al menos dos vida, que por pequeñas que fueran, marcarían a futuro una gran diferencia. No debían subestimar el peso de sus acciones, pero tampoco al zorro acechante.
Tiempos aún más duros se avecinaban.
—Heh, ¿quieres despedirte, Kaede?— Sonrió y puso su mano en la espalda de la niña.
La niña asintió tres veces.
—Oh, esto es un gran progreso para tu proceso de readaptación. ¡Hazlo!— le acarició la cabeza.
—Etsu-niichan, Daigo-niichan, Akane-niichan. Gracias — Hizo una reverencia.
El científico del ojo perturbador la alzó cargó por sobre su espalda.
—Creo que yo no habría podido dar una despedida mejor. Pero bueno, supongo que es mi deber ser recíproco con sus buenos deseos y desearles que tengan un buen viaje de regreso a Kusagakure sin ningún contratiempo — Hizo una reverencia. —Adios, shinobi de Kusagakure.
Así, el sujeto volvió a su guarida a recoger sus últimas cosas, para luego marcharse.
Los genin habían enfrentado un peligro terrible, pero con una valentía digna de héroes de manga vencieron a la bestia maligna. Sin embargo así como en estas historias largas los peligros son varios, aún existían muchas cosas que les deparaban a estos dos aventureros. Por ahora habían logrado salvar al menos dos vida, que por pequeñas que fueran, marcarían a futuro una gran diferencia. No debían subestimar el peso de sus acciones, pero tampoco al zorro acechante.
Tiempos aún más duros se avecinaban.