7/05/2020, 03:02
Daigo se alivió al ver a Hana un poco más calmada. De alguna forma el saber que había conseguido que alguien se relajara hacía que él mismo llevara mucho mejor su miedo.
Ranko también ayudaba en gran medida en aquello, aunque lo hacía de forma totalmente opuesta a Hana: la calma natural que desprendía le recordaba que, en verdad, todo saldría bien siempre y cuando no cayesen presas del pánico.
Así, luego de superar momentáneamente sus temores, el grupo se puso en marcha hacia su objetivo mientras la Sagisō les contaba una historia.
—. Ha-hace un tiempo f-fui a Yachi y m-me topé con una chica. Bu-bueno, ella se topó conmigo, a-apareció de detrás de un árbol y ca-casi me da un infarto, je. S-su nombre era… ¿es? Aotsuki Ayame-san. Y-yo no conocía e-el pueblo, p-pero ella fue amable y me-me mostró una posada m-muy bonita. P-podría haberme dejado s-sin rumbo, o-o podría haberme atacado detrás d-de ese árbol…
»Pero me mostró el camino.
—Te mostro el camino... —dijo—, si Kiyoshi-san hizo eso probablemente también sea una buena persona, como Aotsuki-san —razonó, pensando que esa era la conclusión a la que pretendía llegar Ranko.
Hablando de llegar, luego un rato caminando el grupo finalmente llegó al final de las marcas rojas, aunque todavía no habían encontrado la tumba de Kiyoshi.
Al llegar Hana preguntó si les habían dicho lo que debían hacer ahora.
—Sí... —djo y miró a su alrededor. No había ningún fantasma a la vista, pero tampoco veía ninguna tumba—, no te preocupes. El camino debería estar claro a partir de ahora.
Ranko también ayudaba en gran medida en aquello, aunque lo hacía de forma totalmente opuesta a Hana: la calma natural que desprendía le recordaba que, en verdad, todo saldría bien siempre y cuando no cayesen presas del pánico.
Así, luego de superar momentáneamente sus temores, el grupo se puso en marcha hacia su objetivo mientras la Sagisō les contaba una historia.
—. Ha-hace un tiempo f-fui a Yachi y m-me topé con una chica. Bu-bueno, ella se topó conmigo, a-apareció de detrás de un árbol y ca-casi me da un infarto, je. S-su nombre era… ¿es? Aotsuki Ayame-san. Y-yo no conocía e-el pueblo, p-pero ella fue amable y me-me mostró una posada m-muy bonita. P-podría haberme dejado s-sin rumbo, o-o podría haberme atacado detrás d-de ese árbol…
»Pero me mostró el camino.
—Te mostro el camino... —dijo—, si Kiyoshi-san hizo eso probablemente también sea una buena persona, como Aotsuki-san —razonó, pensando que esa era la conclusión a la que pretendía llegar Ranko.
Hablando de llegar, luego un rato caminando el grupo finalmente llegó al final de las marcas rojas, aunque todavía no habían encontrado la tumba de Kiyoshi.
Al llegar Hana preguntó si les habían dicho lo que debían hacer ahora.
—Sí... —djo y miró a su alrededor. No había ningún fantasma a la vista, pero tampoco veía ninguna tumba—, no te preocupes. El camino debería estar claro a partir de ahora.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.