28/12/2015, 04:18
El hombre volvió a preguntarle qué hacía allí, sólo, cosa que a Datsue no le hizo demasiada gracia. Ya había respondido que estaba de viaje y no pensaba decir nada más a un par de desconocidos, al menos no por el momento.
Justo entonces, Haruto tomó la palabra, preguntando si él también era un ninja.
—Así es —respondió Datsue—. Soy de Takigakure también.
Entonces se levantó, se sacudió el polvo de encima y se echó la mochila a la espalda. Parecía que aquellos dos tenían ganas de conversación y, pese a que Datsue solía mostrarse arisco ante personas desconocidas, no le vendría mal algo de charla. Después de todo, llevaba todo el día sin cruzarse con nadie y, al fin y al cabo, eran compatriotas.
—Me llamo Uchiha Datsue —se presentó al fin, tendiéndole la mano al padre—. Un placer —dijo, para luego ofrecérsela al hijo—. ¿Qué os trae por aquí? —se interesó. Ya que tanto interés tienes en saber porqué estoy aquí, ¿qué tal si me dices tú primero tus motivos?
Justo entonces, Haruto tomó la palabra, preguntando si él también era un ninja.
—Así es —respondió Datsue—. Soy de Takigakure también.
Entonces se levantó, se sacudió el polvo de encima y se echó la mochila a la espalda. Parecía que aquellos dos tenían ganas de conversación y, pese a que Datsue solía mostrarse arisco ante personas desconocidas, no le vendría mal algo de charla. Después de todo, llevaba todo el día sin cruzarse con nadie y, al fin y al cabo, eran compatriotas.
—Me llamo Uchiha Datsue —se presentó al fin, tendiéndole la mano al padre—. Un placer —dijo, para luego ofrecérsela al hijo—. ¿Qué os trae por aquí? —se interesó. Ya que tanto interés tienes en saber porqué estoy aquí, ¿qué tal si me dices tú primero tus motivos?