7/05/2020, 23:15
— Vaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaale. Palabra de shinobi — dijo con un tono algo infantil, para después suspirar mirando al techo. Reincorporó la mirada; viendo tan solo un par de estanterías erguidas y vacias delante de ambos, ya que el resto se hayaban detras. Con razón fue tan fácil derribarlas todas de golpe, empujando la primera, el resto debió de haber caído como si de fichas de dominó se tratasen.
A su lado, había un gran surtido de libros que todavía esperaban volver a su sitio. Diversos temas adornaban los títulos de aquellos manuscritos; "Historia de Oonindo", "De donde venimos, y a donde vamos"... Aquel último tenía un título bastante filosófico, pensó. Ya que todavía estaba sentada buscando recuperar el aliento por el sobres fuerzo, pensó que podía al menos ordenar un poco aquellos que estaban tan próximos; de esa manera el Yotsuki no se enfadaría demasiado con ella; o eso quería creer. Hasta que uno, acabó llamando su atención.
— ¿Las Siete Espadas legendarias?... — dijo en voz alta pasando a ojear el contenido; pasaba las hojas con ligereza, mostrando sobre todo atención en los dibujos y las notas a pie de página.
A su lado, había un gran surtido de libros que todavía esperaban volver a su sitio. Diversos temas adornaban los títulos de aquellos manuscritos; "Historia de Oonindo", "De donde venimos, y a donde vamos"... Aquel último tenía un título bastante filosófico, pensó. Ya que todavía estaba sentada buscando recuperar el aliento por el sobres fuerzo, pensó que podía al menos ordenar un poco aquellos que estaban tan próximos; de esa manera el Yotsuki no se enfadaría demasiado con ella; o eso quería creer. Hasta que uno, acabó llamando su atención.
— ¿Las Siete Espadas legendarias?... — dijo en voz alta pasando a ojear el contenido; pasaba las hojas con ligereza, mostrando sobre todo atención en los dibujos y las notas a pie de página.