16/05/2020, 21:37
Más que cansada, era aquel clima lo que le fatigaba. Con los años viene la edad, y con ella aquel misterioso dolor de huesos cada vez que llueve o hace frio. El médico le había dicho que era la humedad que calaba en ella, además de que su estructura ósea era algo frágil luego de tantos años de combates y lesiones. Por eso la maestra se retiró, con la firme intención de quedarse en su habitación y envolverse en cuantas capas de mantas pudiese.
Los jóvenes quedaron allí, pasando aquella tarde cuya lluvia no parecía tener fin. Las criadas recogieron todo lo que había quedado del almuerzo y les llevaron unos cuantos cojines y té para que estuvieran cómodos mientras pasaban el rato.
—Takumi-san, ¿quieres hacer un poco de música? —pregunto de pronto el peliblanco.
Lo cierto es que estaba algo aburrido. Las puertas corredizas que daban hacia la galería y el jardín estaban abiertas y proporcionaban una vista agradable de aquel patio en plena llovizna, pero tenía ganas de hacer algo más.
Los jóvenes quedaron allí, pasando aquella tarde cuya lluvia no parecía tener fin. Las criadas recogieron todo lo que había quedado del almuerzo y les llevaron unos cuantos cojines y té para que estuvieran cómodos mientras pasaban el rato.
—Takumi-san, ¿quieres hacer un poco de música? —pregunto de pronto el peliblanco.
Lo cierto es que estaba algo aburrido. Las puertas corredizas que daban hacia la galería y el jardín estaban abiertas y proporcionaban una vista agradable de aquel patio en plena llovizna, pero tenía ganas de hacer algo más.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)