19/05/2020, 16:23
(Última modificación: 19/05/2020, 16:25 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
Perro. Caballo. Pájaro.
Ayame tomó una profunda bocanada de aire, llenando por completo sus pulmones e inflando sus mofletes. Cerró los ojos, y acto seguido lo soltó de golpe en una violenta exhalación.
—¡¡¡FUUUUUUUUUUUUUUU!!!
Pero de sus labios sólo brotó una débil brisa que apenas agitó en el aire una mosca que en ese momento pasaba por delante de su cara.
—Agh... ¡Esto es imposible! —exclamó, desesperada, dejando caer la cabeza y los brazos entre continuos resuellos.
Había subido a lo alto de una azotea de Sendōshi para practicar sin molestar a nadie; pero; por mucho empeño que le ponía, no conseguía seguir las directrices que le había dado su hermano para dominar la primera de las técnicas de Fūton. ¡La primera de las técnicas! ¡La más simple! ¿Cómo era posible que le costara tanto? Y aquel asfixiante calor de verano no ayudaba a su concentración. Como tampoco ayudaban los múltiples cortes de sus dedos, ahora cubiertos de tiritas.
Ayame tomó una profunda bocanada de aire, llenando por completo sus pulmones e inflando sus mofletes. Cerró los ojos, y acto seguido lo soltó de golpe en una violenta exhalación.
—¡¡¡FUUUUUUUUUUUUUUU!!!
Pero de sus labios sólo brotó una débil brisa que apenas agitó en el aire una mosca que en ese momento pasaba por delante de su cara.
—Agh... ¡Esto es imposible! —exclamó, desesperada, dejando caer la cabeza y los brazos entre continuos resuellos.
Había subido a lo alto de una azotea de Sendōshi para practicar sin molestar a nadie; pero; por mucho empeño que le ponía, no conseguía seguir las directrices que le había dado su hermano para dominar la primera de las técnicas de Fūton. ¡La primera de las técnicas! ¡La más simple! ¿Cómo era posible que le costara tanto? Y aquel asfixiante calor de verano no ayudaba a su concentración. Como tampoco ayudaban los múltiples cortes de sus dedos, ahora cubiertos de tiritas.