20/05/2020, 02:25
Escuchó lo que le decía y ciertamente, no lo había visto desde ese punto de vista. Para él la riqueza era solo papel mojado, metal brillante de cambio para conseguir comida y pagar el alquiler. Siempre había vivido de la forma más humilde y nunca había echado de menos el dinero. Pero viéndolo en perspectiva, para los feudales, ellos solo eran marionetas. Peones a los que dar sus encargos o cuestiones de las que no tenían el valor suficiente de encargarse ellos mismos. Los ricos hacían eso normalmente. Solían delegar sus responsabilidades en otro porque aquella cosa les daba ciertos poderes que aquel amejín aún empezaba a entender ahora. Pues parte de los comportamientos sociales se antojaban un secreto aún.
-Puedo comprenderlo -Dijo, no quería seguir desvelando sus ideas, en última instancia podría ser calificado de terrorista -De todos modos... Mi combate estaba bastante claro. Dí todo el espectáculo que pude ofrecer... De no haberme rendido, lo siguiente que hubiérais visto es a Sagisō-san destrozarme como si fuera un saco de boxeo. Mi forma de combatir no es espectácular ni bonita de ver, la verdad. -Expuso, pues estaba seguro de que nadie quería ver a un shinobi defendiéndose hasta ver la extenuación de su atacante -Aún así, no me malinterpretes, comprendo lo que ellos buscan. De cualquier forma, tengo el presentimiento de que en la siguiente ronda tendré un rival al que podré plantar cara. Al fin y al cabo, será también uno de los perdedores de la semifinal... -Añadió, apoyándose en un árbol -Pelear en primera división debe de ser una mezcla entre orgullo y terror... ¿Verdad? Toda la gente que pelea ahí es terriblemente poderosa. Como por ejemplo un compañero mío... King Roga. Y ni siquiera es de los más poderosos... También están Aotsuki Ayame, o Amedama Daruu... Puedo comprender que perdieras tus combates, la verdad. Es un honor el simple hecho de poder combatir contra gente de esa talla, al menos para mí lo sería -Dijo con sinceridad.
-Puedo comprenderlo -Dijo, no quería seguir desvelando sus ideas, en última instancia podría ser calificado de terrorista -De todos modos... Mi combate estaba bastante claro. Dí todo el espectáculo que pude ofrecer... De no haberme rendido, lo siguiente que hubiérais visto es a Sagisō-san destrozarme como si fuera un saco de boxeo. Mi forma de combatir no es espectácular ni bonita de ver, la verdad. -Expuso, pues estaba seguro de que nadie quería ver a un shinobi defendiéndose hasta ver la extenuación de su atacante -Aún así, no me malinterpretes, comprendo lo que ellos buscan. De cualquier forma, tengo el presentimiento de que en la siguiente ronda tendré un rival al que podré plantar cara. Al fin y al cabo, será también uno de los perdedores de la semifinal... -Añadió, apoyándose en un árbol -Pelear en primera división debe de ser una mezcla entre orgullo y terror... ¿Verdad? Toda la gente que pelea ahí es terriblemente poderosa. Como por ejemplo un compañero mío... King Roga. Y ni siquiera es de los más poderosos... También están Aotsuki Ayame, o Amedama Daruu... Puedo comprender que perdieras tus combates, la verdad. Es un honor el simple hecho de poder combatir contra gente de esa talla, al menos para mí lo sería -Dijo con sinceridad.