20/05/2020, 03:41
Kisame pareció entender rápidamente lo que Daigo intentaba decirle, y aunque sabía perfectamente que su combate contra Ranko era una causa perdida, parecía tener la esperanza la esperanza de tener una pelea igualada en su próximo combate.
Luego, el amejin de alguna manera consiguió describir exactamente como se sentía Daigo respecto a pelear en primera división. Era una extraña mezcla entre un gran orgullo y un miedo igual de grande.
Se sentía orgulloso por el simple hecho de que lo hayan considerado lo suficientemente bueno como para pelear en la misma división que rivales tan fuertes como los que tenía. Era casi como si pensaran que estaba su nivel, aunque el chico sabía bien que en realidad estaba varios niveles por debajo de la mayoría.
—Yo no lo habría dicho mejor. Siempre es genial poder pelear con gente tan fuerte —dijo, y entonces cambió a un tono más serio. Aunque sonreía de la misma manera, sus ojos ardían con su espíritu de lucha—. Aunque no te confundas. No pienso perder.
Kisame no se equivocaba en lo absoluto, incluso Daigo podría pensar eso. Era comprensible que haya perdido contra Datsue, así como era como sería normal que perdiese contra el resto de personas en su categoría, pero aunque era lo normal, el chico simplemente no contemplaba esa opción.
Aún así, todas las monedas tienen dos caras y los chicos ya le habían puesto nombre a ambas. Así como sentía un gran honor simplemente por poder pelear en aquella categoría, también estaba el terror.
»Pero no te voy a mentir. Sí me da mucho miedo pelear, especialmente cuando todos mis rivales son más fuertes que yo —añadió—, por eso no puedo cometer ningún error o dar menos que mi máximo esfuerzo. Es la única forma de que gane.
Luego, el amejin de alguna manera consiguió describir exactamente como se sentía Daigo respecto a pelear en primera división. Era una extraña mezcla entre un gran orgullo y un miedo igual de grande.
Se sentía orgulloso por el simple hecho de que lo hayan considerado lo suficientemente bueno como para pelear en la misma división que rivales tan fuertes como los que tenía. Era casi como si pensaran que estaba su nivel, aunque el chico sabía bien que en realidad estaba varios niveles por debajo de la mayoría.
—Yo no lo habría dicho mejor. Siempre es genial poder pelear con gente tan fuerte —dijo, y entonces cambió a un tono más serio. Aunque sonreía de la misma manera, sus ojos ardían con su espíritu de lucha—. Aunque no te confundas. No pienso perder.
Kisame no se equivocaba en lo absoluto, incluso Daigo podría pensar eso. Era comprensible que haya perdido contra Datsue, así como era como sería normal que perdiese contra el resto de personas en su categoría, pero aunque era lo normal, el chico simplemente no contemplaba esa opción.
Aún así, todas las monedas tienen dos caras y los chicos ya le habían puesto nombre a ambas. Así como sentía un gran honor simplemente por poder pelear en aquella categoría, también estaba el terror.
»Pero no te voy a mentir. Sí me da mucho miedo pelear, especialmente cuando todos mis rivales son más fuertes que yo —añadió—, por eso no puedo cometer ningún error o dar menos que mi máximo esfuerzo. Es la única forma de que gane.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.