25/05/2020, 22:49
Y entonces, cuando la chica se asomó para ver a Daigo, el chico se dio cuenta de con quien se había encontrado exactamente.
«Esto tiene que ser una broma» se quejó, maldiciendo su suerte.
Meses atrás habría sido genial encontrarse con ella. Probablemente habría subido hacia donde estaba de un salto sin pensárselo dos veces y se habría quedado a charlar, pero meses atrás tenía la orden de protegerla a ella y al resto de jinchuuriki a toda costa, mientras que hoy en día debía atacarlos en caso de encontrárselos en el País del Bosque.
El joven se escondió pegando la espalda al edificio a la vez que Ayame se alejó del borde para salir de la vista del kusajin.
Desde que supo que tendría que pelear contra ella en la siguiente ronda, Daigo había deseado no encontrársela hasta el día de su combate, pues no sabía qué podía pasar de lo contrario.
El chico, unos segundos después siguió caminando, girando la esquina y continuando hasta que la gente dejase de mirarlo, y saltó al mismo edificio en el que se encontraba Ayame.
Cuando aterrizó, Daigo apartó la mirada.
—Aotsuki-san. Nos toca en la siguiente ronda —dijo, antes de mirarla—. ¿Tienes un momento?
«Esto tiene que ser una broma» se quejó, maldiciendo su suerte.
Meses atrás habría sido genial encontrarse con ella. Probablemente habría subido hacia donde estaba de un salto sin pensárselo dos veces y se habría quedado a charlar, pero meses atrás tenía la orden de protegerla a ella y al resto de jinchuuriki a toda costa, mientras que hoy en día debía atacarlos en caso de encontrárselos en el País del Bosque.
El joven se escondió pegando la espalda al edificio a la vez que Ayame se alejó del borde para salir de la vista del kusajin.
Desde que supo que tendría que pelear contra ella en la siguiente ronda, Daigo había deseado no encontrársela hasta el día de su combate, pues no sabía qué podía pasar de lo contrario.
El chico, unos segundos después siguió caminando, girando la esquina y continuando hasta que la gente dejase de mirarlo, y saltó al mismo edificio en el que se encontraba Ayame.
Cuando aterrizó, Daigo apartó la mirada.
—Aotsuki-san. Nos toca en la siguiente ronda —dijo, antes de mirarla—. ¿Tienes un momento?
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.