24/05/2020, 15:33
Hana siguió el camino que les había indicado Kiyoshi sin plantearse siquiera que pudiese ser una trampa.. Solo quería salir de allí. Por suerte, ninguno de los ninjas de Kusagakure dudó tampoco y en breves estaban delante de un ancho camino de tierra rodeado de arboles.
En el lado contrario del camino había una lápida de piedra. La piedra estaba roída por el tiempo pero limpia, como si alguien la limpiase diariamente pero la roca se iba desquebrajando con el paso del tiempo.
Hana apartó la mirada, no quería saber nada de la tumba ni de los fantasmas. Dirigió su atención a ambas posibilidades del camino esperando encontrar alguna señal de qué sentido del camino era el correcto. ¿Derecha o izquierda?
— ¿Por qué lado vamos?
La rubia hacia todo lo posible por no mirar la tumba, por obviarla, eso solo hacía más evidente que estaba allí. Que realmente habían visto un fantasma.
Si uno de ellos se acercaba, vería evidentemente el nombre de Kiyoshi grabado, las fechas de su nacimiento y defunción estaban grabadas pero eran completamente ilegibles por lo maltrecha que estaba la lapida. Después, a un lado de la lápida había un bol de madera con la palabra donativos grabada y cien ryos dentro.
En el lado contrario del camino había una lápida de piedra. La piedra estaba roída por el tiempo pero limpia, como si alguien la limpiase diariamente pero la roca se iba desquebrajando con el paso del tiempo.
Hana apartó la mirada, no quería saber nada de la tumba ni de los fantasmas. Dirigió su atención a ambas posibilidades del camino esperando encontrar alguna señal de qué sentido del camino era el correcto. ¿Derecha o izquierda?
— ¿Por qué lado vamos?
La rubia hacia todo lo posible por no mirar la tumba, por obviarla, eso solo hacía más evidente que estaba allí. Que realmente habían visto un fantasma.
Si uno de ellos se acercaba, vería evidentemente el nombre de Kiyoshi grabado, las fechas de su nacimiento y defunción estaban grabadas pero eran completamente ilegibles por lo maltrecha que estaba la lapida. Después, a un lado de la lápida había un bol de madera con la palabra donativos grabada y cien ryos dentro.