Entrecruzando nuestros caminos

Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.

Entrecruzando nuestros caminos

Uchiha Datsue Sin conexión

Uzukage

Nivel: 40
Exp: 427 puntos
Dinero: 3805 ryōs

· Fue 70

· Pod 100

· Res 40

· Int 80

· Agu 70

· Car 110

· Agi 70

· Vol 80

· Des 80

· Per 70

#19

29/12/2015, 15:31

Tras una discusión que no fue a mayores, los tres shinobis llegaron, al fin, a la cima de las Escaleras al Cielo. Datsue alzó el puño al cielo, como si hubiese ganado un combate, y sonrió aliviado al ver que el camino que le quedaba a partir de entonces era cuesta abajo. Toda una suerte.

— Datsue tu destino queda hacia allá — dijo el padre de Haruko apuntando a la derecha— y nosotros nos dirigimos hacia el lado contrario; fue bueno conocerte y que tengas un buen viaje — dijo con una sonrisa y extendiéndole la mano, acción que Haruto repetió — Que tengas buen viaje Datsue, nos veremos en la aldea.

Datsue estrechó la mano con ambos y, aunque no le apetecía nada, dijo:

—Pero… ¿os vais ya? Pensé que quizá nos viniese bien un combate amistoso, ya sabéis… Para hacer el entrenamiento de Haruko más completo. Es una pena… —añadió al final, intentando persuadirles.

En realidad, su cuerpo le pedía tumbarse en la cama y no levantarse más en lo que quedaba del día. Pero su destino era Shinogi-to, y si quería cumplir su objetivo una vez allí, tenía que estar preparado. Nada mejor que un combate contra un shinobi de su edad para probar su nivel real. Un nivel que, lo más probable, estuviese muy por debajo de su juicio.