1/06/2020, 04:21
En su camerino, Daigo caminaba de un lado a otro en silencio, solo deteniéndose de vez en cuando para boxear unos segundos con el aire antes de seguir caminando nuevamente. Cualquiera podría decir que se estaba muriendo de nervios, pero la realidad era que no podía contener su emoción. Estaba desesperado por pelear.
Quería salir, quería salir, quería salir, quería salir.
Aunque estaba emocionado como un niño no es como si se estuviera tomando la situación a la ligera ni mucho menos. Se había preparado a fondo para este momento. Había entrenado sin parar y había desarrollado nuevas técnicas para la ocasión. Ahora solo quedaba ponerlo todo en práctica y demostrar de lo que estaba hecho.
Por él, por su familia, por Gura y por Koku, por Kintsugi-sama, por Kenzou-sama, por Kusagakure... hoy Daigo pelearía con todo lo que tenía para no decepcionar a nadie. Sabía que hoy sería el día en el que más gente vendría a verlos y no importaba si él combatía por el primer o por el quinto puesto. En el estadio solo tendría lugar un combate a la vez y pronto tocaría el suyo.
Cuando se lo indicaron, el boxeador caminó hacia el estadio para ser bienvenido por el público. Tal y como pensaba habían muchísimas más personas que en el resto de rondas, pero aún así el joven no se giró un solo segundo para mirarlos. En su lugar continuó caminando hacia su posición con la vista clavada en la puerta por la que saldría Ayame y alzó su puño hacia el cielo.
«Tanto entrenamiento para nada» pensó, divertido.
En ese momento, Daigo sintió una corriente de calor recorriendo todo su cuerpo de pies a cabeza, un calor que reconoció enseguida.
«Parece que no necesitaré esa técnica»
Durante su tiempo en el Valle de los Dojos el chico había desarrollado una técnica que lo obligaba a dar el cien por cien de su esfuerzo. En su momento el genin pensó que aquella sería una de las técnicas más útiles que había creado, y de hecho lo seguía pensando hoy en día. Entonces ¿Por qué no la necesitaría durante este combate?
Fácil.
Tsukiyama Daigo ya estaba al cien por cien.
Quería salir, quería salir, quería salir, quería salir.
Aunque estaba emocionado como un niño no es como si se estuviera tomando la situación a la ligera ni mucho menos. Se había preparado a fondo para este momento. Había entrenado sin parar y había desarrollado nuevas técnicas para la ocasión. Ahora solo quedaba ponerlo todo en práctica y demostrar de lo que estaba hecho.
Por él, por su familia, por Gura y por Koku, por Kintsugi-sama, por Kenzou-sama, por Kusagakure... hoy Daigo pelearía con todo lo que tenía para no decepcionar a nadie. Sabía que hoy sería el día en el que más gente vendría a verlos y no importaba si él combatía por el primer o por el quinto puesto. En el estadio solo tendría lugar un combate a la vez y pronto tocaría el suyo.
Cuando se lo indicaron, el boxeador caminó hacia el estadio para ser bienvenido por el público. Tal y como pensaba habían muchísimas más personas que en el resto de rondas, pero aún así el joven no se giró un solo segundo para mirarlos. En su lugar continuó caminando hacia su posición con la vista clavada en la puerta por la que saldría Ayame y alzó su puño hacia el cielo.
«Tanto entrenamiento para nada» pensó, divertido.
En ese momento, Daigo sintió una corriente de calor recorriendo todo su cuerpo de pies a cabeza, un calor que reconoció enseguida.
«Parece que no necesitaré esa técnica»
Durante su tiempo en el Valle de los Dojos el chico había desarrollado una técnica que lo obligaba a dar el cien por cien de su esfuerzo. En su momento el genin pensó que aquella sería una de las técnicas más útiles que había creado, y de hecho lo seguía pensando hoy en día. Entonces ¿Por qué no la necesitaría durante este combate?
Fácil.
Tsukiyama Daigo ya estaba al cien por cien.
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.