5/06/2020, 07:03
"Insensato" Pensó en cuanto su oponente dio el primer paso. Directo, predecible. Ni siquiera una pequeña treta.
Dos posibles contemplaciones habían estado rondando en su mente desde antes de empezar la batalla. Mermarlo, o destrozarlo. Ante un ataque combinado la primera opción era la más segura, mientras la segunda era en caso de que su oponente intentase un ataque directo. Etsu hizo lo segundo. El lobo tenía en mente una jugada arriesgada, ¿pero desde cuando se preocupaba por ello? Contra Eri, aprendió de su error al darle tiempo a su rival para reaccionar. Contra Daruu, aprendió que gastar recursos valiosos en una movida simple podía costarle la pelea entera. Su rival no eran los Inuzuka, su peor enemigo era él mismo y sus errores. Casi siempre se enfrentaba a enemigos que le superaban con creces cuando se trataba de mover los pies.
Por eso era paciente, por eso acechaba, por eso era preciso, por eso no perdió nunca la sonrisa.
Justo cuando Etsu apenas iniciaba su carrera Rōga mismo acortó la escasa distancia que le separaban de su rival realizando el sello de carnero, siendo que su oponente sentiría el viento dejado por el shunshin que le alertaba de que ahora tenía al de la lluvia al lado, ¿sería demasiado tarde? El brazo del lobo refulgió de color plata por unos instantes, apuntando con mucho cuidado su lazo al abdomen de su rival. Conocía lo extremadamente peligrosa que era su técnica, así que lo último que deseaba era partirle todo el costillar con el impacto.
Pero no faltaría a su palabra, no tendría clemencia. Y lo mandaría a volar con aquel único ataque buscando un daño globalizado a su zona media, esperando así finiquitar de una sola vez el encuentro. Era un error, no temer al lobo.
PV–
CK–
Daños causados: 190 PV Lariat potenciado y posible contusión generalizada.
Accciones Ocultas:
Dos posibles contemplaciones habían estado rondando en su mente desde antes de empezar la batalla. Mermarlo, o destrozarlo. Ante un ataque combinado la primera opción era la más segura, mientras la segunda era en caso de que su oponente intentase un ataque directo. Etsu hizo lo segundo. El lobo tenía en mente una jugada arriesgada, ¿pero desde cuando se preocupaba por ello? Contra Eri, aprendió de su error al darle tiempo a su rival para reaccionar. Contra Daruu, aprendió que gastar recursos valiosos en una movida simple podía costarle la pelea entera. Su rival no eran los Inuzuka, su peor enemigo era él mismo y sus errores. Casi siempre se enfrentaba a enemigos que le superaban con creces cuando se trataba de mover los pies.
Por eso era paciente, por eso acechaba, por eso era preciso, por eso no perdió nunca la sonrisa.
Justo cuando Etsu apenas iniciaba su carrera Rōga mismo acortó la escasa distancia que le separaban de su rival realizando el sello de carnero, siendo que su oponente sentiría el viento dejado por el shunshin que le alertaba de que ahora tenía al de la lluvia al lado, ¿sería demasiado tarde? El brazo del lobo refulgió de color plata por unos instantes, apuntando con mucho cuidado su lazo al abdomen de su rival. Conocía lo extremadamente peligrosa que era su técnica, así que lo último que deseaba era partirle todo el costillar con el impacto.
Pero no faltaría a su palabra, no tendría clemencia. Y lo mandaría a volar con aquel único ataque buscando un daño globalizado a su zona media, esperando así finiquitar de una sola vez el encuentro. Era un error, no temer al lobo.
Estado de Rōga
PV
225/225
CK
117/245
-14
– -114
– Daños causados: 190 PV Lariat potenciado y posible contusión generalizada.
Accciones Ocultas: