7/06/2020, 04:02
«¿Está cantando?» Se preguntó. «Ya es demasiado tarde. No puedo detenerme».
Y tanto que no podía ¡Ya había sido lanzado! Pero no tenía miedo. Ya tenía su sello preparado para esquivar con un Soyokaze cualquier cosa que le fueran a lanzar, así que nada podía salir mal ¿No?
Sí.
Cuando estuvo a punto de realizar su técnica de forma preventiva para evitar el ataque de Ayame, un siseo peligroso llamó la atención Daigo, pero ese sonido no provenía de Ayame sino de... ¡Sus cadenas!
¿Sus cadenas? Esas no eran cadenas eran algo peor, se convirtieron en algo que ya no era peligroso para la amejin, sino para el mismo boxeador, que gritó e incluso quiso chocarlas la una contra la otra para defenderse, pero nada pudo evitar que lo mordieran directamente en el rostro.
Cuando el chico cayó a pocos metros de Ayame y se reincorporó rápidamente se dio cuenta de que nada de aquello había sucedido en realidad. Sus cadenas no se habían convertido en nada extraño y definitivamente no le habían mordido la cara.
Pero se sintió tan real...
—¿Genjutsu? —Preguntó, aunque la respuesta estaba clara para él.
Sorprendentemente el joven se recuperó realmente rápido de la ilusión, no porque hubiera salido de ella antes de lo que lo harían otros ninja, sino porque una vez fuera de ella la técnica parecía tenerlo mucho menos confundido que a otras personas más débiles de mente. Aún así eso no hacía que dejara de temer que su rival conociera técnicas ilusorias aún más poderosas.
«Seguro que ya estarás cansada de ver mis clones»
Sonrió e inmediatamente hizo una vez más el Sello del Tigre antes de cargar chakra en su brazo y su pierna derecha.
«¡Pero todavía no has visto a los más peligrosos!»
Justo antes de que lanzara su puñetazo, una sombra como las anteriores salió disparada de él y se dirigió con velocidad hacia Ayame dispuesta a propinarle un puñetazo directamente en él abdomen.
Lo que no sabía ella es que aquella no era como el resto, o mejor dicho era exactamente como el resto de sombras del mundo, que usualmente tenían una forma pero nadie podía tocarlas realmente, al contrario que las que había estado utilizando hasta ahora.
Incluso si la kunoichi no se movía del sitio, el espectro no le haría ningún daño en lo absoluto, pues no era físico. No se podía decir lo mismo del espectro que se acercaba por detrás, que justo había saltado directamente hacia ella para propinarle un fuerte puñetazo descendente en la nuca.
«Esto me vendrá bien luego» pensó Daigo mientras tomaba por la cadena sus esposas con la diestra, abiertas.
Cualquiera pensaría que bromeaba si dijera en voz alta que ese era su mejor proyectil.
Y tanto que no podía ¡Ya había sido lanzado! Pero no tenía miedo. Ya tenía su sello preparado para esquivar con un Soyokaze cualquier cosa que le fueran a lanzar, así que nada podía salir mal ¿No?
Sí.
Cuando estuvo a punto de realizar su técnica de forma preventiva para evitar el ataque de Ayame, un siseo peligroso llamó la atención Daigo, pero ese sonido no provenía de Ayame sino de... ¡Sus cadenas!
¿Sus cadenas? Esas no eran cadenas eran algo peor, se convirtieron en algo que ya no era peligroso para la amejin, sino para el mismo boxeador, que gritó e incluso quiso chocarlas la una contra la otra para defenderse, pero nada pudo evitar que lo mordieran directamente en el rostro.
Cuando el chico cayó a pocos metros de Ayame y se reincorporó rápidamente se dio cuenta de que nada de aquello había sucedido en realidad. Sus cadenas no se habían convertido en nada extraño y definitivamente no le habían mordido la cara.
Pero se sintió tan real...
—¿Genjutsu? —Preguntó, aunque la respuesta estaba clara para él.
Sorprendentemente el joven se recuperó realmente rápido de la ilusión, no porque hubiera salido de ella antes de lo que lo harían otros ninja, sino porque una vez fuera de ella la técnica parecía tenerlo mucho menos confundido que a otras personas más débiles de mente. Aún así eso no hacía que dejara de temer que su rival conociera técnicas ilusorias aún más poderosas.
«Seguro que ya estarás cansada de ver mis clones»
Sonrió e inmediatamente hizo una vez más el Sello del Tigre antes de cargar chakra en su brazo y su pierna derecha.
«¡Pero todavía no has visto a los más peligrosos!»
Justo antes de que lanzara su puñetazo, una sombra como las anteriores salió disparada de él y se dirigió con velocidad hacia Ayame dispuesta a propinarle un puñetazo directamente en él abdomen.
Lo que no sabía ella es que aquella no era como el resto, o mejor dicho era exactamente como el resto de sombras del mundo, que usualmente tenían una forma pero nadie podía tocarlas realmente, al contrario que las que había estado utilizando hasta ahora.
Incluso si la kunoichi no se movía del sitio, el espectro no le haría ningún daño en lo absoluto, pues no era físico. No se podía decir lo mismo del espectro que se acercaba por detrás, que justo había saltado directamente hacia ella para propinarle un fuerte puñetazo descendente en la nuca.
«Esto me vendrá bien luego» pensó Daigo mientras tomaba por la cadena sus esposas con la diestra, abiertas.
Cualquiera pensaría que bromeaba si dijera en voz alta que ese era su mejor proyectil.
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.