7/06/2020, 23:08
Si bien en un inicio parecía que el plan de los maleantes iba perfectamente en marcha a la hora de acorralar al borracho, este último no sería presa fácil. Acometió en contra del gigante, aunque realmente parecía no estar yendo a ningún lado. Las cuchillas no lograron impactar al genin, pues parecían simplemente irse de largo ante los erráticos deslices del vagabundo. Un mundo de cabeza, dónde los bandidos pretendían quedar como los buenos del cuento. Los héroes que defenderían al pueblo sin nombre. Sin embargo, el joven en el que Rao depositó su confianza era realmente su única esperanza. Esta vez, el villano debía ganar por el bien de todos.
Una finta, puñetazo que pretendía engañar al grandulón que seguramente cumplía con todos los estereotipos de mucho músculo y poco cerebro en aspecto. Oh, pero esto no era un cuento de ficción. El reflejo del hombre había sido ladear la cabeza de un puñetazoque nunca llegó, aunque lejos de sumirse en la confusión lanzó un golpe con los nudillos hacia abajo que debido a la diferencia de alturas daría en la coronilla del genin justo al mismo tiempo que la patada en la virilidad del sujeto, arrebatándole el aliento. Aunque, el golpe que se había llevado el Inuzuka tampoco había sido suave, siendo de una potencia equivalente a la del propio shinobi e impidiéndole quedar indemne para la realización del agarre.
Aquel golpe bajo aparte de dejarlo probablemente sin la oportunidad de tener descendencia en un futuro, le arrebató el aliento. El hombre caería de espaldas, giraría hasta quedar en posición fetal y usaría sus manos para proteger sus ahora mallugadas partes nobles, con la cara roja y haciendo el esfuerzo posible para no echarse a llorar ahí mismo cuando en realidad ahora tenía la cara roja y los ojos totalmente abiertos.
Pero el calvo no se había quedado como mero espectador, pues parte de aprovechar su superioridad numérica era justamente la de saber como jugar sucio. Por eso, mientras la acción ocurría el maleante ya había lanzado cuatro navajas, pero esta vez dirigidas a las piernas para que aquel loco ebrio dejase de saltar como mono por todos lados.
Puma, parecía estar, ¿haciendo nudos? Sí, estaba atando aquel cordel rojo. ¿Qué estaba tramando?
Una finta, puñetazo que pretendía engañar al grandulón que seguramente cumplía con todos los estereotipos de mucho músculo y poco cerebro en aspecto. Oh, pero esto no era un cuento de ficción. El reflejo del hombre había sido ladear la cabeza de un puñetazoque nunca llegó, aunque lejos de sumirse en la confusión lanzó un golpe con los nudillos hacia abajo que debido a la diferencia de alturas daría en la coronilla del genin justo al mismo tiempo que la patada en la virilidad del sujeto, arrebatándole el aliento. Aunque, el golpe que se había llevado el Inuzuka tampoco había sido suave, siendo de una potencia equivalente a la del propio shinobi e impidiéndole quedar indemne para la realización del agarre.
Aquel golpe bajo aparte de dejarlo probablemente sin la oportunidad de tener descendencia en un futuro, le arrebató el aliento. El hombre caería de espaldas, giraría hasta quedar en posición fetal y usaría sus manos para proteger sus ahora mallugadas partes nobles, con la cara roja y haciendo el esfuerzo posible para no echarse a llorar ahí mismo cuando en realidad ahora tenía la cara roja y los ojos totalmente abiertos.
Pero el calvo no se había quedado como mero espectador, pues parte de aprovechar su superioridad numérica era justamente la de saber como jugar sucio. Por eso, mientras la acción ocurría el maleante ya había lanzado cuatro navajas, pero esta vez dirigidas a las piernas para que aquel loco ebrio dejase de saltar como mono por todos lados.
Puma, parecía estar, ¿haciendo nudos? Sí, estaba atando aquel cordel rojo. ¿Qué estaba tramando?
![[Imagen: 7FT8VMk.gif]](https://i.imgur.com/7FT8VMk.gif)
