14/06/2020, 20:23
Daigo se llevó una mano a la nuca, visiblemente incómodo con el tema, y, por un momento, Ayame temió que su curiosidad le hubiese llevado a meter el dedo demasiado en la llaga.
—Sí, es verdad —admitió, cruzándose de brazos, y, aunque ya conocía la respuesta, Ayame abrió los ojos como platos. De alguna manera, una parte de ella había esperado que aquellas noticias fueran simples rumores fundados en el odio hacia los Kusajines. Pero ahora que lo oía de los labios de Daigo...—. Y no tengo ni idea de lo que se le pasó por la cabeza, pero espero que pueda recuperar su bandana pronto.
Ayame lanzó un profundo suspiro y se revolvió el pelo.
—Yo también lo espero, de verdad que sí...
Pero mancillar de esa manera la imagen del máximo representante de la aldea, encima fallecido en terribles circunstancias, era un tema delicado. Muy delicado. Y espinoso. Ayame no conocía a Kintsugi, pero sí tenía claro que Yui no se contentaría con hacer limpiar los muros de Amegakure al responsable de algo así...
—Sí, es verdad —admitió, cruzándose de brazos, y, aunque ya conocía la respuesta, Ayame abrió los ojos como platos. De alguna manera, una parte de ella había esperado que aquellas noticias fueran simples rumores fundados en el odio hacia los Kusajines. Pero ahora que lo oía de los labios de Daigo...—. Y no tengo ni idea de lo que se le pasó por la cabeza, pero espero que pueda recuperar su bandana pronto.
Ayame lanzó un profundo suspiro y se revolvió el pelo.
—Yo también lo espero, de verdad que sí...
Pero mancillar de esa manera la imagen del máximo representante de la aldea, encima fallecido en terribles circunstancias, era un tema delicado. Muy delicado. Y espinoso. Ayame no conocía a Kintsugi, pero sí tenía claro que Yui no se contentaría con hacer limpiar los muros de Amegakure al responsable de algo así...