19/06/2020, 14:48
—Aunque me agrada la idea, hay un inconveniente. Generalmente, no tengo problemas en diseñar y vender una marioneta a algún coleccionista; pero de por medio siempre está un contrato en donde jura no revenderla a ninguna aldea o agrupación ninja. ¿Entiendes el porqué de esto?
—No realmente
—Muchos de mis conocimientos sobre construcción de marionetas vienen de Amegakure, por lo que toda creación bélica consecuente le pertenece en parte (digamos que tienen las patentes militares). Si le vendo, regalo o dono mis creaciones a alguien de otra aldea, definitivamente se van a contactar conmigo, por más retirada que este.
—Ya veo.
Tenía razón, ceder material militar a otra aldea podía crear problemas innecesarios y para alguien ya retirado era un marrón en el que no tenía sentido meterse. Pero tal vez había alguna esperanza de que pudiera colaborar mínimamente.
—Discúlpeme pero, ¿no habría posibilidad alguna de ceder alguna de sus obras que no tengan patente? Una marioneta muy básica la cual no tenga secretos que puedan ser revelados siquiera o alguna que haya elaborado desde su retiro tal vez.
Había que probar, la verdad es que era una oportunidad muy decente para expandir el arte de las marionetas.
—No realmente
—Muchos de mis conocimientos sobre construcción de marionetas vienen de Amegakure, por lo que toda creación bélica consecuente le pertenece en parte (digamos que tienen las patentes militares). Si le vendo, regalo o dono mis creaciones a alguien de otra aldea, definitivamente se van a contactar conmigo, por más retirada que este.
—Ya veo.
Tenía razón, ceder material militar a otra aldea podía crear problemas innecesarios y para alguien ya retirado era un marrón en el que no tenía sentido meterse. Pero tal vez había alguna esperanza de que pudiera colaborar mínimamente.
—Discúlpeme pero, ¿no habría posibilidad alguna de ceder alguna de sus obras que no tengan patente? Una marioneta muy básica la cual no tenga secretos que puedan ser revelados siquiera o alguna que haya elaborado desde su retiro tal vez.
Había que probar, la verdad es que era una oportunidad muy decente para expandir el arte de las marionetas.