21/06/2020, 02:57
Así como repitió la acción, asíi se repitió el resultado: Cojines indefensos y una mesa con el kanji del cerdo grabado en la parte baja. Ciertamente si nos remitíamos únicamente a ese cuarto en específico no había cambiado mucho, pero si tenía el escrito debía ser por algo. ¿No? Dependía de ella si limitarse a aquel lugar o sí por el contrario, se adentraría al resto de puertas. ¿Izquierda o derecha? ¿Ir o no ir? ¿Marcaría aquello alguna diferencia?
El joven regresó a la sala principal, pero al abrir la puerta los hermanos ya no se encontraban y el mayordomo era el único que parecía estar limpiando aquel lugar.
—Disculpe mi intromisión señor, pero le estaría agradecido de sobremanera si usted fuese tan amable de proporcionarme algo de su ayuda — Dijo tratando de ser lo más cortés posible.
—¿Qué se le ofrece, shinobi-san?— Se acercó hasta él.
—En realidad, pese a que se nos ordenó indagar en la mansión, me he encotrado con una recámara en específico que se encuentra bajo cerradura. Para que nuestra búsqueda sea eficiente y productiva, no podemos descartar un sólo rincón. Con esto, me gustaría solicitarle por favor que pudiese brindarme la llave correspondiente — Dijo sonriente.
Sin embargo, el mayordomo pareció fruncir el ceño.
—Ese era le cuarto de Urogaki-sama, por lo que desde su fallecimiento fue una decisión de los honorables herederos el que nadie pusiese sus pies en ella. tendría que solicitar la autorización de ellos, pero han partido a hacer otras diligencias en pos de despejar sus mentes. Como pudo observar, ellos tienen una fuerte carga de estrés en sus espaldas. Puedo ir a buscarlos si es estrictamente necesario, pero no garantizo en su totalidad que sus demandas vayan a ser cumplidas — aseveró cerrando los ojos.
—Se lo encomiendo. Aprecio encarecidamente su esfuerzo — Hizo una leve reverencia.
El mayordomo entonces partió, mientras el genin procedía sentarse a esperar en uno de los sillones. «Me pregunto si Himura-san estará teniendo mejor suerte. Bueno, nadie podrá decir que yo estoy descansando, esto es estrictamente necesario.» Se dijo divertido.
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El joven regresó a la sala principal, pero al abrir la puerta los hermanos ya no se encontraban y el mayordomo era el único que parecía estar limpiando aquel lugar.
—Disculpe mi intromisión señor, pero le estaría agradecido de sobremanera si usted fuese tan amable de proporcionarme algo de su ayuda — Dijo tratando de ser lo más cortés posible.
—¿Qué se le ofrece, shinobi-san?— Se acercó hasta él.
—En realidad, pese a que se nos ordenó indagar en la mansión, me he encotrado con una recámara en específico que se encuentra bajo cerradura. Para que nuestra búsqueda sea eficiente y productiva, no podemos descartar un sólo rincón. Con esto, me gustaría solicitarle por favor que pudiese brindarme la llave correspondiente — Dijo sonriente.
Sin embargo, el mayordomo pareció fruncir el ceño.
—Ese era le cuarto de Urogaki-sama, por lo que desde su fallecimiento fue una decisión de los honorables herederos el que nadie pusiese sus pies en ella. tendría que solicitar la autorización de ellos, pero han partido a hacer otras diligencias en pos de despejar sus mentes. Como pudo observar, ellos tienen una fuerte carga de estrés en sus espaldas. Puedo ir a buscarlos si es estrictamente necesario, pero no garantizo en su totalidad que sus demandas vayan a ser cumplidas — aseveró cerrando los ojos.
—Se lo encomiendo. Aprecio encarecidamente su esfuerzo — Hizo una leve reverencia.
El mayordomo entonces partió, mientras el genin procedía sentarse a esperar en uno de los sillones. «Me pregunto si Himura-san estará teniendo mejor suerte. Bueno, nadie podrá decir que yo estoy descansando, esto es estrictamente necesario.» Se dijo divertido.