30/06/2020, 12:23
—Kenzou-sama era como un padre para todos nosotros —respondió Daigo, agachando la mirada con infinita tristeza—. No creo que nadie pueda entender nada de lo que sucedió allí. Y no creo que yo pueda entenderlo hasta que lo atrape —añadió, cruzándose de brazos con un profundo suspiro. Daigo alzó la mirada, perdiendo la mirada en el cielo.
—Nadie excepto el mismo Kenzou-dono... y Juro.
«Pero Kenzou está muerto...» Fue la mente de Ayame la que completó las palabras que habían surgido de sus labios sin pensar.
—No soy quién para decir nada al respecto, pero... ¿Habéis pensado en hablar con él? ¿En, al menos, escuchar su versión de la historia? —Ayame suspiró, rascándose la coronilla—. La verdad, me aterra la posibilidad de que haya decidido unirse al Ejército de Kurama sin más, pero no se me ocurren muchas más opciones para explicar lo que hizo...
—Nadie excepto el mismo Kenzou-dono... y Juro.
«Pero Kenzou está muerto...» Fue la mente de Ayame la que completó las palabras que habían surgido de sus labios sin pensar.
—No soy quién para decir nada al respecto, pero... ¿Habéis pensado en hablar con él? ¿En, al menos, escuchar su versión de la historia? —Ayame suspiró, rascándose la coronilla—. La verdad, me aterra la posibilidad de que haya decidido unirse al Ejército de Kurama sin más, pero no se me ocurren muchas más opciones para explicar lo que hizo...