7/01/2016, 20:11
-Porque eso es lo que decidí, porque mi abuelo... Él era el mejor ninja médico que conocí, siempre ayudando en el hospital, siempre enseñándome y dándolo todo por mí, para ayudarme... Sentí que convirtiéndome en ninja médico... En alguien como él, podría ayudar a las personas, a mis amigos, a las personas que me importan... Podría haber elegido otra vocación mucho más fácil para mí, pero decidí hace tiempo dar mi vida por ver sanos y salvos a los demás, por la ayuda y por la felicidad, ¿o no es eso lo que hacemos los ninjas?
El joven shinobi quedo bastante impresionado con la respuesta de la ojos verdes. Si, en cierto momento le pareció uno de aquellos discursos emotivos y prefabricados que tanto le molestaban. Pero pudo apreciar que en su hablar no solo había verdad, si no que también había una muestra de la persona que era, o al menos de la persona que buscaba ser. De cierto modo podía ver duda en su mirada, pero él sabía que no existía persona que no albergara duda alguna sobre su camino.
-Kazuma-san. ¿Cuál es tu camino del ninja?
El joven temía la pregunta, pero ya la estaba esperando. No porque fuera lo normal, si no porque siempre se planteaba a si mismo aquella interrogante.
—Cielos… Ahora que he escuchado el tuyo, mis motivos parecen… cuestionables.
—Te responderé con toda la sinceridad que me es posible —Y eso fue decir bastante, pues en ocasiones le costaba ser sincero hasta consigo mismo.
Veras… —dijo mientras tomaba aire y guiaba el caballo sobre aquel camino donde los rayos del sol comenzaban a colarse entre las nubes—. En realidad me volví ninja por algunas personas a las cuales les debo mucho —aseguro sombrío—. Creo que es algo diferente a la venganza o la justicia. Quizas solo es por satisfacción personal. Pero no es rencor lo que siento. Simplemente creo que es mi deber evitar que sigan haciendo de la suyas por el mundo —al menos de eso estaba seguro, aquello era lo que sentía.
—Sé que es un camino difícil y nada admirable. Sé que tendré que derramar mi sangre y la de otros. Pero es inevitable y necesario. Soy joven y puede que algún día cambie de opinión, pero por ahora eso es lo que quiero —Sonrió para sí mismo. Le hubiese gustado girar y ver la expresión de Eri, pero de alguna manera se sentía incapaz de aquello ya que sabía que lo de cambiar era una mentira—. Al final de todo, creo que existe el equilibrio, si por cada persona queriendo quitar vidas como yo, hay una persona queriendo salvarlas como tú.
Aquello era algo poco usual, pero sabia que si iba a seguir aquel camino, no podía esconderlo del resto del mundo.
El joven shinobi quedo bastante impresionado con la respuesta de la ojos verdes. Si, en cierto momento le pareció uno de aquellos discursos emotivos y prefabricados que tanto le molestaban. Pero pudo apreciar que en su hablar no solo había verdad, si no que también había una muestra de la persona que era, o al menos de la persona que buscaba ser. De cierto modo podía ver duda en su mirada, pero él sabía que no existía persona que no albergara duda alguna sobre su camino.
-Kazuma-san. ¿Cuál es tu camino del ninja?
El joven temía la pregunta, pero ya la estaba esperando. No porque fuera lo normal, si no porque siempre se planteaba a si mismo aquella interrogante.
—Cielos… Ahora que he escuchado el tuyo, mis motivos parecen… cuestionables.
—Te responderé con toda la sinceridad que me es posible —Y eso fue decir bastante, pues en ocasiones le costaba ser sincero hasta consigo mismo.
Veras… —dijo mientras tomaba aire y guiaba el caballo sobre aquel camino donde los rayos del sol comenzaban a colarse entre las nubes—. En realidad me volví ninja por algunas personas a las cuales les debo mucho —aseguro sombrío—. Creo que es algo diferente a la venganza o la justicia. Quizas solo es por satisfacción personal. Pero no es rencor lo que siento. Simplemente creo que es mi deber evitar que sigan haciendo de la suyas por el mundo —al menos de eso estaba seguro, aquello era lo que sentía.
—Sé que es un camino difícil y nada admirable. Sé que tendré que derramar mi sangre y la de otros. Pero es inevitable y necesario. Soy joven y puede que algún día cambie de opinión, pero por ahora eso es lo que quiero —Sonrió para sí mismo. Le hubiese gustado girar y ver la expresión de Eri, pero de alguna manera se sentía incapaz de aquello ya que sabía que lo de cambiar era una mentira—. Al final de todo, creo que existe el equilibrio, si por cada persona queriendo quitar vidas como yo, hay una persona queriendo salvarlas como tú.
Aquello era algo poco usual, pero sabia que si iba a seguir aquel camino, no podía esconderlo del resto del mundo.