28/07/2020, 17:08
Toshio, después de haberse arreglado, caminaría un buen trecho hasta llegar al barrio rico de Kusagakure. Tras otro rato de camino encontraría la dirección que había en el pergamino.
Ante él se alzaba una enorme mansión de aspecto tradicional, detrás de un enorme jardín, claro. Entre la puerta principal y la mansión en sí habría unos veinte metros sin exagerar. El camino que unía la puerta principal con la de la mansión estaba rodeado de setos recortados en diferentes figuras. Había un caballo, una luna, ...
Obviamente, la puerta principal era una verja metalica que estaba cerrada a cal y canto. Al lado de esa misma verja había un hombre, alto y corpulento, que guardaba la puerta. Vestía una camiseta verde de manga corta y pantalones de un verde más oscuro cortos también. Tenía una melena marrón recogida en una cola de caballo y una cinta verde en la frente.
— ¡Eh, tú! ¿Qué te pica?
Toshio ni siquiera estaba tan cerca como para ser sospechoso y el hombre ya le estaba señalando con un dedo y acercándose a él.
Ante él se alzaba una enorme mansión de aspecto tradicional, detrás de un enorme jardín, claro. Entre la puerta principal y la mansión en sí habría unos veinte metros sin exagerar. El camino que unía la puerta principal con la de la mansión estaba rodeado de setos recortados en diferentes figuras. Había un caballo, una luna, ...
Obviamente, la puerta principal era una verja metalica que estaba cerrada a cal y canto. Al lado de esa misma verja había un hombre, alto y corpulento, que guardaba la puerta. Vestía una camiseta verde de manga corta y pantalones de un verde más oscuro cortos también. Tenía una melena marrón recogida en una cola de caballo y una cinta verde en la frente.
— ¡Eh, tú! ¿Qué te pica?
Toshio ni siquiera estaba tan cerca como para ser sospechoso y el hombre ya le estaba señalando con un dedo y acercándose a él.