28/07/2020, 19:09
Ren estaba dispuesta a marcharse, sin embargo esa decisión pareció tomar pro sorpresa la recién llegado. Quién pasó de regañar al de pelo largo a acercarse a la muchacha con un gesto preocupado.
—Eso no será necesario. ¡Por que estoy seguro de que el culpable ha sido Hao! — Se giró de nuevo y alzó el dedo hacia su hermano.
—¿¡QUÉ!? ¿No ves la maldita situación en la que estamos y lo primero que se te ocurre es decir sandeces? Alguien aquí se ha colado en la mansión para atacar a nee-san en medio de la disputa por el testamento. ¿Todo muy conveniente no? Igual es inútil, porque para cuando se encuentre el testamento se sabrá para quién es el dinero y no habrá distracción que cambie lo que ahí está escrito — Puso los brazos en jarra y observó a los shinobi.
—Claro. Por supuesto. Tú bajaste curiosamente desde los pisos superiores tras el incidente, estando ella herida, te has preocupado únicamente por el testamento y luego planeabas quedarte a solas con ella alejando a los shinobi de la escena. ¿Y esperas que piense que no tienes algo planeado? — Se cruzó de brazos.
El rubio apretó los dientes, y pasó a cerrar los puños con fuerza.
—¿Qué clase de sisaña estás soltando por la boca?— Bufó, pero luego volteó d enuevo a ver a los shinobis. —Váyanse, esto se arreglará luego cuando venga el médico — Terminaría por despacharlos.
Nao no dijo nada esta vez, ni en reproche ni en aprobación. Si Ren quería largarse de ahí, él la seguiría. Sin embargo, parecía estar bastante pensativo al respecto. No sería hasta que ya hubiesen salido de la habitación, que finalmente volvería a abrir la boca para charlar con su compañera.
—¿Se dio cuenta? — Soltó sin dar el mínimo contexto de a que se refería.
—Eso no será necesario. ¡Por que estoy seguro de que el culpable ha sido Hao! — Se giró de nuevo y alzó el dedo hacia su hermano.
—¿¡QUÉ!? ¿No ves la maldita situación en la que estamos y lo primero que se te ocurre es decir sandeces? Alguien aquí se ha colado en la mansión para atacar a nee-san en medio de la disputa por el testamento. ¿Todo muy conveniente no? Igual es inútil, porque para cuando se encuentre el testamento se sabrá para quién es el dinero y no habrá distracción que cambie lo que ahí está escrito — Puso los brazos en jarra y observó a los shinobi.
—Claro. Por supuesto. Tú bajaste curiosamente desde los pisos superiores tras el incidente, estando ella herida, te has preocupado únicamente por el testamento y luego planeabas quedarte a solas con ella alejando a los shinobi de la escena. ¿Y esperas que piense que no tienes algo planeado? — Se cruzó de brazos.
El rubio apretó los dientes, y pasó a cerrar los puños con fuerza.
—¿Qué clase de sisaña estás soltando por la boca?— Bufó, pero luego volteó d enuevo a ver a los shinobis. —Váyanse, esto se arreglará luego cuando venga el médico — Terminaría por despacharlos.
Nao no dijo nada esta vez, ni en reproche ni en aprobación. Si Ren quería largarse de ahí, él la seguiría. Sin embargo, parecía estar bastante pensativo al respecto. No sería hasta que ya hubiesen salido de la habitación, que finalmente volvería a abrir la boca para charlar con su compañera.
—¿Se dio cuenta? — Soltó sin dar el mínimo contexto de a que se refería.