29/07/2020, 05:05
¡Es verdad! Es un placer, Akane-san. He escuchado grandes cosas de tu control del Katon.
Kinumi tuvo que contener las ganas de llevarse una mano a la cara y esconder sus ojos de tal despliegue de repetición sin ningún tipo de credibilidad. Pero, por suerte para ella, Akane tampoco era la más brillante de su generación.
— ¿Tú también, Tsu-kun? — desinfló sus mejillas solo para contestarle y que éstas se enrojecieran.
Al oírla, Kinumi le dirigió una mirada poco sutil a Tsuyoi. Una mirada que le quería decir algo. ¿El qué? Solo Tsuyoi, el único y verdadero, podía saberlo.
Kinumi tuvo que contener las ganas de llevarse una mano a la cara y esconder sus ojos de tal despliegue de repetición sin ningún tipo de credibilidad. Pero, por suerte para ella, Akane tampoco era la más brillante de su generación.
— ¿Tú también, Tsu-kun? — desinfló sus mejillas solo para contestarle y que éstas se enrojecieran.
Al oírla, Kinumi le dirigió una mirada poco sutil a Tsuyoi. Una mirada que le quería decir algo. ¿El qué? Solo Tsuyoi, el único y verdadero, podía saberlo.