30/07/2020, 15:49
Kinumi y Ushie decidieron que hasta ahí podían aguantar. Una cosa era que se pegasen como dos cavernicolas en plena fiesta y otra que involucrasen a las mujeres en ello. Sobre todo por parte de Ushie, porque su hermano era basicamente ella al transformarse en mujer, solo que con el pelo más largo.
Ushie le pasó el brazo por el cuello a su hermano y lo apartó bruscamente, tirandolo de nuevo al suelo y deshaciendo la transformación antes de que Toshio le diese una patada.
Kinumi no fue tan extrema, solo agarró por la ropa a Toshio y empezó a tirar de él, sin mucho impetu tampoco, mientras en la otra mano sujetaba su plato repleto de comida de nuevo.
— Suficiente.
— Pero...
— Su-fi-ci-en-te.
El chico le dio un empujón a su hermana, zafandose de su agarre y se fue corriendo, desapareciendo en el inmenso jardín. La hermana suspiró, rodó los ojos y fue tras él sin mucho entusiasmo.
De repente se oiría un estruendo, uno de los chicos espectadores le había dado un golpe a una mesa de plastico y le había abierto un boquete.
— ¡Nunca se detiene una pelea de chicas, joder!
— Pero si no eran chicas de verdad.
— Me da igual, coño.
Su amigo se lo llevó tras disculparse por la mesa y la masa se replegó rápidamente.
Kinumi se llevaría a Toshio hasta su mesa y volvería a sentarse.
— Lo de pasar desapercibido tampoco ¿eh? — no sonaba enfadada, claro que si estuviese enfadada, tampoco sonaría enfadada.
Lo miró con aquellos ojos oscuros que escondían las emociones mejor de lo que Toshio podría actuar en toda su vida. Era imposible saber en qué pensaba la Uchiha. Y seguro que esa era la idea.
Ushie le pasó el brazo por el cuello a su hermano y lo apartó bruscamente, tirandolo de nuevo al suelo y deshaciendo la transformación antes de que Toshio le diese una patada.
Kinumi no fue tan extrema, solo agarró por la ropa a Toshio y empezó a tirar de él, sin mucho impetu tampoco, mientras en la otra mano sujetaba su plato repleto de comida de nuevo.
— Suficiente.
— Pero...
— Su-fi-ci-en-te.
El chico le dio un empujón a su hermana, zafandose de su agarre y se fue corriendo, desapareciendo en el inmenso jardín. La hermana suspiró, rodó los ojos y fue tras él sin mucho entusiasmo.
De repente se oiría un estruendo, uno de los chicos espectadores le había dado un golpe a una mesa de plastico y le había abierto un boquete.
— ¡Nunca se detiene una pelea de chicas, joder!
— Pero si no eran chicas de verdad.
— Me da igual, coño.
Su amigo se lo llevó tras disculparse por la mesa y la masa se replegó rápidamente.
Kinumi se llevaría a Toshio hasta su mesa y volvería a sentarse.
— Lo de pasar desapercibido tampoco ¿eh? — no sonaba enfadada, claro que si estuviese enfadada, tampoco sonaría enfadada.
Lo miró con aquellos ojos oscuros que escondían las emociones mejor de lo que Toshio podría actuar en toda su vida. Era imposible saber en qué pensaba la Uchiha. Y seguro que esa era la idea.