3/08/2020, 13:04
— Gracias... ¡Y no te preocupes por eso, Kinumi-chan! Ya me han puesto al día con casi todo, creo. Solo tengo que volver a ponerme en forma y será como si no hubiera pasado nada.
Kinumi suspiró. Era obvio que volvía a mentirle pero al menos esta vez era una mentira típica. La fachada de estar bien cuando en realidad tienes un remolino de problemas y dudas en el interior era el pan de cada día de casi todo el mundo. Solo los tontos son felices. Esa era la verdad más grande de Onindo. Kinumi le ofreció otra leve sonrisa.
— Bueno, vamos a nuestros aposentos.
Dicho eso, cogería su bolsa del suelo y caminaría hacia el final del vagón donde encontrarían sus sitios. Se trataba de un pasillo, casi literalmente, en realidad sus sitios eran dos camas incrustadas en el lateral del pasillo, una encima de la otra, separadas por un palmo de hierro. No estaría tan mal si solo fuese eso, porque ¿quien iba a pasearse por el pasillo del último vagón? Todo el mundo, porque justo al lado estaba el baño.
Ahora entenderían porque esos sitios estaban libres incluso a última hora.
— Me pido la de abajo. — dijo Kinumi mientras metía la bolsa antes de meterse ella.
Kinumi suspiró. Era obvio que volvía a mentirle pero al menos esta vez era una mentira típica. La fachada de estar bien cuando en realidad tienes un remolino de problemas y dudas en el interior era el pan de cada día de casi todo el mundo. Solo los tontos son felices. Esa era la verdad más grande de Onindo. Kinumi le ofreció otra leve sonrisa.
— Bueno, vamos a nuestros aposentos.
Dicho eso, cogería su bolsa del suelo y caminaría hacia el final del vagón donde encontrarían sus sitios. Se trataba de un pasillo, casi literalmente, en realidad sus sitios eran dos camas incrustadas en el lateral del pasillo, una encima de la otra, separadas por un palmo de hierro. No estaría tan mal si solo fuese eso, porque ¿quien iba a pasearse por el pasillo del último vagón? Todo el mundo, porque justo al lado estaba el baño.
Ahora entenderían porque esos sitios estaban libres incluso a última hora.
— Me pido la de abajo. — dijo Kinumi mientras metía la bolsa antes de meterse ella.