9/01/2016, 06:03
—No sé... Yo... —balbuceaba, entre resuellos de esfuerzo—. Creo que lo mejor... Sería separar a Tormenta de él para poder... Recuperarlo
Datsue casi se cae de bruces ante semejante obviedad. Empezaba a oler, a presentir, que eso de tomar la iniciativa no se le daba muy bien a la kunoichi.
—¿Sabes hacia dónde se dirige? Quizás podríamos engañarle de alguna manera... Para que baje la guardia...
—Pues no. —La verdad, por no ver, no veía ni a diez metros. El viento se había levantado contra ellos haciendo que la lluvia, tan fría que parecía granizo, se metiese en los ojos del Uchiha y le dificultase la visión. Pronto empezó a correr con un brazo levantado sobre la frente, a modo de visera, en un intento inútil por protegerse la vista y poder ver mejor—. ¡Aunque con la que está cayendo, lo más seguro es que se detenga en el primer pueblo que encuentre! —gritó, para que se le oyese entre la tormenta—. ¡Quizá pare en el poblado que me recomendaste antes! —aventuró, pues aquel camino conducía al sur—. ¡JO-DER! ¡PUTA LLUVIA!
Aquello era un maldito aguacero, un torrente de lluvia que había convertido el sólido camino de tierra por el que avanzaban en un auténtico lodazal. Cuando se quiso dar cuenta, el camino se dividía en dos. Datsue se paró de golpe, confuso, intentando divisar en la distancia el carro conducido por su yegua. Pero sólo veía agua. Agua y más agua cayendo de un cielo inagotable.
—¿¡Tú ves algo!? —preguntó, con el corazón en un puño. Si perdían el rastro, Tormenta estaba perdida—. ¿Cuál han tomado? —insistió, esta vez buscando su mirada entre la lluvia y rezando, implorando más bien, que tuviese la respuesta.
Datsue casi se cae de bruces ante semejante obviedad. Empezaba a oler, a presentir, que eso de tomar la iniciativa no se le daba muy bien a la kunoichi.
—¿Sabes hacia dónde se dirige? Quizás podríamos engañarle de alguna manera... Para que baje la guardia...
—Pues no. —La verdad, por no ver, no veía ni a diez metros. El viento se había levantado contra ellos haciendo que la lluvia, tan fría que parecía granizo, se metiese en los ojos del Uchiha y le dificultase la visión. Pronto empezó a correr con un brazo levantado sobre la frente, a modo de visera, en un intento inútil por protegerse la vista y poder ver mejor—. ¡Aunque con la que está cayendo, lo más seguro es que se detenga en el primer pueblo que encuentre! —gritó, para que se le oyese entre la tormenta—. ¡Quizá pare en el poblado que me recomendaste antes! —aventuró, pues aquel camino conducía al sur—. ¡JO-DER! ¡PUTA LLUVIA!
Aquello era un maldito aguacero, un torrente de lluvia que había convertido el sólido camino de tierra por el que avanzaban en un auténtico lodazal. Cuando se quiso dar cuenta, el camino se dividía en dos. Datsue se paró de golpe, confuso, intentando divisar en la distancia el carro conducido por su yegua. Pero sólo veía agua. Agua y más agua cayendo de un cielo inagotable.
—¿¡Tú ves algo!? —preguntó, con el corazón en un puño. Si perdían el rastro, Tormenta estaba perdida—. ¿Cuál han tomado? —insistió, esta vez buscando su mirada entre la lluvia y rezando, implorando más bien, que tuviese la respuesta.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado