31/08/2020, 03:26
—Verás, Tsukisame, quisiera preguntarte qué viste tú cuando empezó todo el jaleo. A mí me teletransportaron a otro sitio cuando llegó Dragón Rojo y no pude ver nada.
—No es que pudiera ver mucho la verdad... —Dijo mientras se sentaba en el banco. —Pero te diré todo lo que sé.
Comenzó a hacer memoria, pese a que los sucesos que iba a narrar habían pasado hacía escasos días todo estaba borroso, todo pasó muy rápido y el kazejin no quería dejarse ningún detalle.
—Yo no llegué a ver que pasó en el ring, después de mi combate me dediqué a arreglar mi marioneta, por lo que cuando me disponía a subir a las gradas para ver el final de tu combate un estruendo retumbó por todo el Estadio. Al poco la puerta que daba a la plataforma de combate se abrió y apareció él... —La mirada del genin se perdió en un punto indefinido del horizonte. —Aquella bestia de dos metros y piel oscura, una mole de músculos... Una samurái intentó frenarle, pero no pudo pudo hacer nada, en menos de un par de segundos estaba muerta... Aplastada por el abrazo del gigante de ébano. —Calló durante unos instantes para luego mirar al Uchiha. —No tuve tiempo ni valor para preguntarle, pero sobreentiendo que era un integrante del Sekiryū, ¿no?
No se quitaba de la cabeza la imagen de aquel monstruo matando con total tranquilidad. «Pobre del que tenga que hacerle frente...»
—No es que pudiera ver mucho la verdad... —Dijo mientras se sentaba en el banco. —Pero te diré todo lo que sé.
Comenzó a hacer memoria, pese a que los sucesos que iba a narrar habían pasado hacía escasos días todo estaba borroso, todo pasó muy rápido y el kazejin no quería dejarse ningún detalle.
—Yo no llegué a ver que pasó en el ring, después de mi combate me dediqué a arreglar mi marioneta, por lo que cuando me disponía a subir a las gradas para ver el final de tu combate un estruendo retumbó por todo el Estadio. Al poco la puerta que daba a la plataforma de combate se abrió y apareció él... —La mirada del genin se perdió en un punto indefinido del horizonte. —Aquella bestia de dos metros y piel oscura, una mole de músculos... Una samurái intentó frenarle, pero no pudo pudo hacer nada, en menos de un par de segundos estaba muerta... Aplastada por el abrazo del gigante de ébano. —Calló durante unos instantes para luego mirar al Uchiha. —No tuve tiempo ni valor para preguntarle, pero sobreentiendo que era un integrante del Sekiryū, ¿no?
No se quitaba de la cabeza la imagen de aquel monstruo matando con total tranquilidad. «Pobre del que tenga que hacerle frente...»