10/01/2016, 01:21
(Última modificación: 10/01/2016, 01:22 por Amedama Daruu.)
Notó el peso de Nabi que se le enganchaba al propio de su cuerpo. La rama crujió. Se dobló un poco más. Las rocas, donde estaban enganchadas sus raíces, emitieron un sonido desagradable, y un peñasco pasó justo rozándole por la cabeza. Dado que el peso no se soltó ni escuchó quejido alguno, Daruu supuso que la roca no le había dado tampoco a Nabi.
Un enfurecido Uchiha gruñó algo desde allá abajo.
—¡Al final nos hemos caído! ¡Mira que lo sabía!
—¡Coño, pues haber avisado! —contestó Daruu, con un tono evidentemente divertido.
Entornó los ojos al distinguir una figura plateada allá en lo alto del risco, desde donde habían precipitado.
No podía ser.
—¡Eh, chicos! ¿Estáis bien? —Seremaru, el amigo lupino de su madre, asomaba el hocico literalmente. Era seguro de que había estado vigilándole de nuevo.
—¡Maldito chucho! ¡Te dije la última vez que dejaras de vigilarme! —exclamó Daruu.
A Seremaru se le erizó el pelo un segundo. Sus ojos brillaron. Si Daruu hubiera tenido que definir cómo era una mueca de sonrisa cruel, así, tan específico, en un lobo... Habría sido su cara.
—Pe-perdón, Seremaru. No quería... No quería decir...
—Supongo que desde ahí sólo os daréis un buen chapuzón, ¿eh?
Seremaru golpeó la tierra con la zarpa, el barranco tembló. La roca se partió. Una grieta descendió desde donde habían caído hasta el desafiante árbol al que Daruu se había agarrado. Las raíces se soltaron y los muchachos volvieron a caer.
—¡¡NOOOOOO!!
—¡SIIIIIÍ! —se burló Seremaru, y se dio la vuelta, dejándolos a merced del agua.
SCHUUUUAF. SCHLUOF.
Un enfurecido Uchiha gruñó algo desde allá abajo.
—¡Al final nos hemos caído! ¡Mira que lo sabía!
—¡Coño, pues haber avisado! —contestó Daruu, con un tono evidentemente divertido.
Entornó los ojos al distinguir una figura plateada allá en lo alto del risco, desde donde habían precipitado.
No podía ser.
—¡Eh, chicos! ¿Estáis bien? —Seremaru, el amigo lupino de su madre, asomaba el hocico literalmente. Era seguro de que había estado vigilándole de nuevo.
—¡Maldito chucho! ¡Te dije la última vez que dejaras de vigilarme! —exclamó Daruu.
A Seremaru se le erizó el pelo un segundo. Sus ojos brillaron. Si Daruu hubiera tenido que definir cómo era una mueca de sonrisa cruel, así, tan específico, en un lobo... Habría sido su cara.
—Pe-perdón, Seremaru. No quería... No quería decir...
—Supongo que desde ahí sólo os daréis un buen chapuzón, ¿eh?
Seremaru golpeó la tierra con la zarpa, el barranco tembló. La roca se partió. Una grieta descendió desde donde habían caído hasta el desafiante árbol al que Daruu se había agarrado. Las raíces se soltaron y los muchachos volvieron a caer.
—¡¡NOOOOOO!!
—¡SIIIIIÍ! —se burló Seremaru, y se dio la vuelta, dejándolos a merced del agua.
SCHUUUUAF. SCHLUOF.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)