27/09/2020, 12:52
Entonces llegó una inesperada petición: Yota, justo después de recuperar su bandana y de ganar la placa plateada que le acreditaba como shinobi de rango medio, solicitaba acudir al refugio de la familia Kumo durante una temporada.
«Demasiados huecos sin rellenar.» Meditó Kintsugi, torciendo el gesto ante las vagas palabras del recién ascendido Chūnin. En esa petición había muy poca información y mucha responsabilidad al mismo tiempo.
Kintsugi entrelazó las manos sobre la mesa, pensativa.
—Antes de concederte ese permiso o denegarlo, necesito saber varias cosas, Yota: ¿Por qué esta repentina necesidad? ¿Cuánto tiempo es "una temporada? ¿Y cuánto de lejos queda la morada de los Kumo?
Como mínimo necesitaba saber eso. Como mínimo.
«Demasiados huecos sin rellenar.» Meditó Kintsugi, torciendo el gesto ante las vagas palabras del recién ascendido Chūnin. En esa petición había muy poca información y mucha responsabilidad al mismo tiempo.
Kintsugi entrelazó las manos sobre la mesa, pensativa.
—Antes de concederte ese permiso o denegarlo, necesito saber varias cosas, Yota: ¿Por qué esta repentina necesidad? ¿Cuánto tiempo es "una temporada? ¿Y cuánto de lejos queda la morada de los Kumo?
Como mínimo necesitaba saber eso. Como mínimo.