1/10/2020, 12:42
Releía por enésima vez el pergamino que tenía en su posesión. Desapariciones, sin dejar rastro, noche, urgentemente..., por ello, si alguien preguntaba a Eri sobre las palabras que lo contenían, ella las recitaría de memoria, y, aun así, se encontraba lejos de saber qué podría ser aquello a lo que se enfrentaría en esa misión pues era la primera vez que se embaucaba sola en una misión de rango S.
Había visitado Yachi anteriormente, pero no por esas fechas. Conocía la importancia de la cosecha de las calabazas en el lugar, pero tampoco conocía esa famosa Fiesta de la Cosecha, así que se sorprendió al encontrar la decoración tan pintoresca que adornaba las casas del pueblo. Y, en su interior, lo encontró hasta perturbador, con esos rostros tallados y esos colores.
No le gustaba.
Pero aun así, ella no estaba de celebración, ella tenía que encontrar al o a los culpables, y no tenía tiempo que perder. Necesitaba pistas, necesitaba descubrirlo y lograr que nadie más resultara secuestrado, así que, tendría que ponerse manos a la obra.
—Vamos allá —se dijo, dándose ánimos.
Había visitado Yachi anteriormente, pero no por esas fechas. Conocía la importancia de la cosecha de las calabazas en el lugar, pero tampoco conocía esa famosa Fiesta de la Cosecha, así que se sorprendió al encontrar la decoración tan pintoresca que adornaba las casas del pueblo. Y, en su interior, lo encontró hasta perturbador, con esos rostros tallados y esos colores.
No le gustaba.
Pero aun así, ella no estaba de celebración, ella tenía que encontrar al o a los culpables, y no tenía tiempo que perder. Necesitaba pistas, necesitaba descubrirlo y lograr que nadie más resultara secuestrado, así que, tendría que ponerse manos a la obra.
—Vamos allá —se dijo, dándose ánimos.