2/10/2020, 01:51
Ante la presión de su líder, Kazuma no pudo si no encogerse intimidado en su camilla. Se le pedía que tomara una resolución, sin medias tintas o desvió alguno. En fin, se le pedía que estuviese lo suficientemente comprometido con la aldea como para tomar sin dudar la postura exigida.
—Así que, elige Hanamura Kazuma. Y elige bien. Eikyuu Juro o Kusagakure. Dejaré que lo medites bien. Pero, te lo advierto, no volveré a tolerar una salida como la del torneo.
Sin duda aquel era un ultimátum bastante firme, aunque también justo. No podía recriminarle nada a la Morikage: estaba actuando tal como debería un líder y los actos que estaba condenando no eran algo que simplemente se pudiese pasar por alto. A Kazuma le hubiese gustado poder leer las mentes en aquel momento, mirar dentro de Kintsugi y saber que tanto había en ella de odio hacia Juro y de amor hacia la aldea, saber cómo manejaba su deber hacia Kusagakure sin perder sus propios intereses y a ella misma como individuo.
—Entendido, Morikage-sama.
—Así que, elige Hanamura Kazuma. Y elige bien. Eikyuu Juro o Kusagakure. Dejaré que lo medites bien. Pero, te lo advierto, no volveré a tolerar una salida como la del torneo.
Sin duda aquel era un ultimátum bastante firme, aunque también justo. No podía recriminarle nada a la Morikage: estaba actuando tal como debería un líder y los actos que estaba condenando no eran algo que simplemente se pudiese pasar por alto. A Kazuma le hubiese gustado poder leer las mentes en aquel momento, mirar dentro de Kintsugi y saber que tanto había en ella de odio hacia Juro y de amor hacia la aldea, saber cómo manejaba su deber hacia Kusagakure sin perder sus propios intereses y a ella misma como individuo.
—Entendido, Morikage-sama.