14/01/2021, 13:37
Datsue, quien habia dicho que había que tener cuidado para no acabar en el hospital, habia dado su primer paso arrojando un arma de gran tamaño y gran letalidad hacía mi.
Podía haberlo esquivado rodando hacía un lado, dando un paso lateral, o de otras muchas formas, pero estábamos ante gente que se dedicaba al espectáculo, un espectáculo del que íbamos a formar parte, así que, aunque no fuese lo mejor, lo hice de la forma mas espectacular que se me ocurrió.
Alcé mi espada hacia arroba sujetándola con ambas manos mientras dejaba que el chakra fluyese por su filo, y cuando el shuriken gigante parecía que iba a golpearme, di un golpe descendiente con toda mi fuerza, la fuerza del Martillo del herrero, partiendo en shuriken en dos mitades que cayeron al suelo tras avanzar no mucho a cada uno de mis lados.
—Ese no es de los mios ¿Donde lo has comprado? Tiene una calidad pésima.
Probablemente un golpe como aquel seria capaz de partir casi cualquier arma, por mucho que la hubiéramos forjado yo o mi padre, pero bueno, era el momento idóneo para hacer un poco de publicidad, aunque probablemente no sirviera de mucho, los espectadores hacían lucha libre, y aunque fuera "libre" no les dejaban usar armas.
Ahora bien. Para poder golpear a Datsue necesitaba acercarme a Datsue. Esa era quizas, la parte mas complicada. Primero, Datsue era mucho más rápido que yo y segundo: Pudiendo tirar rayos laser por los ojos ¿Por que iba a pelear conmigo cuerpo a cuerpo? Además, sabiendo que ese era mi punto fuerte, lo más probable era que tratase de evitarlo.
No había luchado nunca contra él, así que lo único que sabia era lo que había visto en el torneo de los Dojos, así que por el momento, lo único que hice fue correr hacia él para intentar asestarle un tajo horizontal a la altura del estómago. Lo hice sabiendo dos cosas: no iba a alcanzar su posición y no iba a golpearle con ataque tan simple como ese.
Podía haberlo esquivado rodando hacía un lado, dando un paso lateral, o de otras muchas formas, pero estábamos ante gente que se dedicaba al espectáculo, un espectáculo del que íbamos a formar parte, así que, aunque no fuese lo mejor, lo hice de la forma mas espectacular que se me ocurrió.
Alcé mi espada hacia arroba sujetándola con ambas manos mientras dejaba que el chakra fluyese por su filo, y cuando el shuriken gigante parecía que iba a golpearme, di un golpe descendiente con toda mi fuerza, la fuerza del Martillo del herrero, partiendo en shuriken en dos mitades que cayeron al suelo tras avanzar no mucho a cada uno de mis lados.
—Ese no es de los mios ¿Donde lo has comprado? Tiene una calidad pésima.
Probablemente un golpe como aquel seria capaz de partir casi cualquier arma, por mucho que la hubiéramos forjado yo o mi padre, pero bueno, era el momento idóneo para hacer un poco de publicidad, aunque probablemente no sirviera de mucho, los espectadores hacían lucha libre, y aunque fuera "libre" no les dejaban usar armas.
Ahora bien. Para poder golpear a Datsue necesitaba acercarme a Datsue. Esa era quizas, la parte mas complicada. Primero, Datsue era mucho más rápido que yo y segundo: Pudiendo tirar rayos laser por los ojos ¿Por que iba a pelear conmigo cuerpo a cuerpo? Además, sabiendo que ese era mi punto fuerte, lo más probable era que tratase de evitarlo.
No había luchado nunca contra él, así que lo único que sabia era lo que había visto en el torneo de los Dojos, así que por el momento, lo único que hice fue correr hacia él para intentar asestarle un tajo horizontal a la altura del estómago. Lo hice sabiendo dos cosas: no iba a alcanzar su posición y no iba a golpearle con ataque tan simple como ese.