28/01/2021, 18:23
El joven kaguya vio en Eiji la misma pasión que él sentía por lo desconocido. Ante este hecho, no pudo resistirse a cumplir la petición del joven, aunque claramente sabía que lo que le pedía podía ser peligroso. Koji se arrodilló ante el joven y de su rodilla empezó a surgir un hueso que el kaguya fue dando forma de algo parecido a un kunai. Tenía los bordes redondeados y su forma era un poco tosca, pero el peso era el apropiado y estaba bien distribuido.
—Creo que lo más sencillo será que te enseñe a lanzar un kunai, aunque sin el permiso de tu padre, solo te puedo enseñar a usar este de aquí. —Extendió su mano y le tendió el kunai al joven.
Tras darle el kunai se incorporó y señalo a una arboleda que pillaba algo cerca de la estación.
—Esa arboleda será perfecta para practicar un poco, ¿quieres venir?
—Creo que lo más sencillo será que te enseñe a lanzar un kunai, aunque sin el permiso de tu padre, solo te puedo enseñar a usar este de aquí. —Extendió su mano y le tendió el kunai al joven.
Tras darle el kunai se incorporó y señalo a una arboleda que pillaba algo cerca de la estación.
—Esa arboleda será perfecta para practicar un poco, ¿quieres venir?
Narro — Hablo — Pienso