1/02/2021, 16:06
Te digo que no tiene ningún sentido conservar la nueva trilogía, para mí que la van a sacar del canon.
Decía el médico mientras le extendía el cambio al vendedor del puesto, quien estaba terminando de meter en una bolsa de papel unos vegetales que pretendía usar para preparar el almuerzo.
Yo solo se que lo que están haciendo con la serie me esta gustando bastante.
Dōsan se limitó a asentir mientras juntaba agarraba la bolsa.
Solo queda esperar a ver como hacen. ¡Nos estamos viendo!
Se terminó de despedir con una sonrisa en el rostro, correspondida por el verdulero y se empezó a alejar caminando.
Las getas del muchacho sonaban contra el piso de las calles de Uzushio a cada paso que daba, anunciándose a cualquiera que no tuviese un temita de oído o algo similar. No estaba precisamente lejos de su hogar pero unos minutos caminando tenía que hacer. Dobló en una esquina y a los pocos metros se vio obligado a detenerse.
Frente a un local cerrado, un bar que no abriría hasta la noche, una impecable y un tanto abultada billetera de cuero se hallaba tirada en el medio de la calle.
El médico miró el local, miró por donde vino y luego a los costados, tratando de encontrar a alguien que se le pudiese haber caido la billetera en un tiempo próximo pero no veía a nadie
¿De quien será esto?
No pudo evitar preguntarse sosteniendo la bolsa con una mano y su mentón con otra.
Decía el médico mientras le extendía el cambio al vendedor del puesto, quien estaba terminando de meter en una bolsa de papel unos vegetales que pretendía usar para preparar el almuerzo.
Yo solo se que lo que están haciendo con la serie me esta gustando bastante.
Dōsan se limitó a asentir mientras juntaba agarraba la bolsa.
Solo queda esperar a ver como hacen. ¡Nos estamos viendo!
Se terminó de despedir con una sonrisa en el rostro, correspondida por el verdulero y se empezó a alejar caminando.
Las getas del muchacho sonaban contra el piso de las calles de Uzushio a cada paso que daba, anunciándose a cualquiera que no tuviese un temita de oído o algo similar. No estaba precisamente lejos de su hogar pero unos minutos caminando tenía que hacer. Dobló en una esquina y a los pocos metros se vio obligado a detenerse.
Frente a un local cerrado, un bar que no abriría hasta la noche, una impecable y un tanto abultada billetera de cuero se hallaba tirada en el medio de la calle.
El médico miró el local, miró por donde vino y luego a los costados, tratando de encontrar a alguien que se le pudiese haber caido la billetera en un tiempo próximo pero no veía a nadie
¿De quien será esto?
No pudo evitar preguntarse sosteniendo la bolsa con una mano y su mentón con otra.